“He pensado lo que podemos hacer…”. Así empieza el mensaje de Amaia Castro, actual concejal de Podemos en Logroño, grabado durante las primarias de 2018 y que apunta a un sistema organizado desde el partido para decantar el resultado electoral. El documento, que publica en exclusiva Vozpópuli, refuerza la tesis de los sectores críticos que denuncian “fraudes electorales” en las votaciones para las listas electorales de 2019 y en las de este mes de junio. Castro forma parte de la lista de Arancha Carrero, afín a Pablo Iglesias, que ha ganado las primarias para la dirección autonómica del partido.
En la grabación y los mensajes que publica en exclusiva Vozpópuli se esboza un esquema de manipulación electoral que permite, a través de códigos enviados a afiliados y recopilados por una de las candidaturas, expresar las preferencias en nombre de terceros. Es decir, que gracias al control del censo del partido y el código de votación que recibe el afiliado, es posible manipular la votación señalando preferencias e incluso borrándolas.
“Yo te digo un nombre: llamas por teléfono para ver si está operativo y le dices que le va a llegar un código. Y que te lo mande cuando lo tenga. Si no te coge el teléfono, pasamos al siguiente. ¿Cómo lo ves?”. La grabación de Castro deja poco espacio a la imaginación. De hecho, a partir de ese momento se abre en la formación una enorme brecha interna, con sospechas de fraudes electorales y ataques que salpican directamente a la dirección estatal.
El fragmento de audio se apoya en otras declaraciones de la propia Castro, que este diario ha podido analizar, y que pueden involucrar también a Kiko Garrido, hombre fuerte de Iglesias en La Rioja. “A partir de ahora, las fotos de los DNI y el teléfono que necesita Kiko para inscribir gente, mándaselo solo a él por privado. Ya sabes, por seguridad”, escribe Castro siempre en noviembre de 2018.
La conversación prosigue. Los interlocutores intercambian impresiones sobre el funcionamiento del sistema: “Código enviado”; “¿no te lo envía?”; “ya está genial, código enviado”. Acto seguido, se detallan nombres de personas a los que entregar dicho código, para que desde la central del partido se pueda proceder supuestamente a la votación en nombre de terceros.
Por un puñado de votos
La votación electoral de 2018 acabó con la victoria de Castro, que ahora ejerce de concejal en el Ayuntamiento de Logroño, y cuyos votos son importantes para la estabilidad del gobierno local del PSOE. El 27 de noviembre de 2018, Castro se proclamó ganadora de las primarias de Podemos con 98 votos por encima de su adversario, Enrique Cabezón. Ahora respalda la lista de Arancha Carrero, que ha ganado las primarias para la dirección regional de Podemos en La Rioja con tan solo 17 votos sobre su adversaria, la exdiputada de Podemos, Sara Carreño.
Ante el resultado tan ajustado, con un empate técnico en el consejo cidadano, solicitamos una revisión final de los votos en las primarias de @Podemos_LaRioja
— Sara Carreño Valero (@Saracarrenov) June 20, 2020
La lideresa riojana
Cabe destacar que en caso de delitos electorales entrarían en juego artículos como el 31 bis del Código Penal, que apunta a la utilización impropia de datos personales por intereses ajenos, así como la falsedad documental, fraude electoral, usurpación de identidad y revelación de secretos.
A lo largo de la tarde de este lunes, el equipo de Sara Carreño ha enviado un documento a la dirección estatal de Podemos con más pruebas de amaño. La dirección ha recibido ese mismo día el texto, tal y como ha podido saber este diario. Y ahora la cúpula del partido teme que Carreño pueda elevar el asunto a los tribunales. Suenan los tambores de guerra por los posibles pucherazos internos después del gran conflicto con Íñigo Errejón.
Carreño, respaldada por otras dos candidatos que perdieron las primaras de hace dos semanas, ha decidido plantar cara a la dirección. Han nombrado un Consejo Ciudadano autonómico "interino", que convierte a Carreño por la vía de los hechos en la lideresa del partido en La Rioja, y principal rostro del sector crítico de la formación. Exdiputada de Podemos en el Congreso, es la responsable del Observatorio de Derechos Humanos de La Rioja, única autonomía en la que Podemos cogobierna con el PSOE. "No la pierdan de vista", comentan en el partido.
"Es como invalidar todas las primarias"
La batalla interna en Podemos se vislumbra pocos meses después de que dos abogados cesados por la dirección denunciaran “una presunta manipulación de los resultados de las votaciones internas”. El sector que ha perdido las primarias de hace dos semanas denuncia, en efecto, un fraude electoral. Y pide un recuento interno. Si este sector lleva a los juzgados el asunto y logra una paralización cautelar de las primarias, otros territorios podrían pedir lo mismo. “Esto sería como invalidar todas las primarias”, comentan alertados en el partido.
La semana pasada, el comité Antifraude de Podemos que analizó el caso de La Rioja detectó un ordenador sospechoso del cual salieron 13 votos, tal y como adelantó este diario. Tras una operación de control sobre los votantes, se asumió la imposibilidad de localizar a la mitad de ellos y uno dijo no tener idea de que se estaban celebrando las primaras. O sea, que negó haber votado en las primarias de acuerdo con su derecho por ser afiliado del partido. Entre los votos transmitidos por ese ordenador se encontró el de la edil Amaia Castro.
Desde otros territorios, como Cataluña, Comunidad Valenciana e incluso Andalucía, se lanzan mensajes en los chats internos casi cada hora. Todas las miradas están puestas en la aldea gala riojana, que ha decidido enfrentarse a la dirección nacional. Sobre todo en Cataluña, crecen los sectores que quieren sumarse a la batalla. Creen que hubo pucherazo en las primarias a favor de la candidata pablista Conchi Abellán, que “ha robado 1.500 votos” a la otra dirigente, Noelia Bail. En Valencia las elecciones internas también se decantaron por menos de 40 votos y muchos aseguran que desde la dirección nacional se ha pilotado la votación. En ese caso hay al menos 180 votos en blanco.
Fuentes de Podemos reconocen que la queja territorial va en serio. La centralización, las purgas, las amenazas y la incapacidad de mantener un mínimo de debate interno ha exacerbado los ánimos. “Es Pablo, unos amigos y algunos bufones”, atacan desde las entrañas del partido. “Así no puede continuar. Ya es grave que el secretario general respalde directamente a un candidato poniendo su nombre en la candidatura y olvidando el principio de neutralidad. Pero que incluso jueguen en la votación es demasiado”, se queja un cargo regional de Podemos.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación