Fin de semana muy animado en la campaña del PP para elegir al sucesor de Mariano Rajoy. Este jueves se efectúa la primera criba. Sólo saldrán 'vivos' dos candidatos. El resultado es incierto, nadie aventura un pronóstico. La militancia empieza a responder, tras unas jornadas de desconcierto.
¿A quién hay que votar?, se preguntaban los afiliados en los primeros compases de la carrera de la sucesión. La sorpresa por la precipitada salida de Rajoy y la entrada en competencia de tres 'pesos pesados' de la formación conservadora, más otros tres casi anecdóticos, provocó un movimiento de dudas entre la militancia. El 'dedazo' era la norma. "Puede pasar de todo, lo importante es que la gente participe", señalan en el equipo de Pablo Casado, uno de los aspirantes con más posibilidades.
Una cierta desolación emergió tras conocerse que el número de afiliados inscritos para participar en la elección apenas rozaba los 70.000. Un 10% de la supuesta militancia, que siempre se situó en torno a 850.000. Asumida la cruda realidad, los candidatos siguieron adelante con unas agendas agotadoras. Una media de entre cinco y seis actos al día, en diferentes provincias, por parte de Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría en tanto que Casado mediaba ocho citas con simpatizantes, militantes y medios.
La clave de Andalucía
El fin de semana de la derrota española en Moscú ha significado un relanzamiento en la asistencia de público a los actos de la gran contienda. Casado en Cataluña, Cospedal en Logroño, Pamplona y Zaragoza, Sáenz de Santamaría en tierras andaluzas, donde puede decidirse una parte importante del resultado. "Hay más gente, más animación y suponemos que más participación", señalan los asesores de la exvicepresidenta, muy presente también en redes sociales. Su vídeo del 'paracetamol' dedicado a Pedro Sánchez ha sido uno de los momentos más comentados de las últimas horas.
El temor a una deserción masiva de votantes este jueves, el 5 de julio, cuando se procederá a la primera gran criba de la competición, empieza a evaporarse. "La clave está en saber en realidad con qué respaldos cuenta cada uno y qué coaliciones se formarán tras pasar por las urnas", señala un veterano militante de la formación.
El ritmo es frenético, los actos se amontonan, los tres grandes pretenden recorrer todas las comunidades antes de la gran cita. Un esfuerzo hercúleo, para el que no todos están igualmente dotados. Casado, por ejemplo, cuenta con una infraestructura algo más escueta. Carece de 'aparato' de del partido y no cuenta con los galones de haber ejercido como exvicepresidente del Gobierno.
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