Pablo Iglesias aseguró que su presencia en el Gobierno de Pedro Sánchez se limitaba a la esfera social. Sin embargo, nada más arrancar la legislatura, ya ha ganado terreno en otro ámbito: el internacional. Se trata de un sector estratégico, en el que Iglesias y Podemos controlarán la ejecución española de la Agenda 2030 de la ONU. Ione Belarra, que sustituirá a Cristina Gallach, dirigirá un equipo que hará viajes en todo el mundo y mantendrá contactos directos con las Naciones Unidas. “Es un gran escaparate para Podemos”, afirman fuentes diplomáticas.
En el ministerio de Exteriores, sin embargo, no todos ven con buenos ojos esta dinámica. Varias fuentes consultadas por este diario sostienen que el control de la Agenda 2030 otorgará a Podemos recursos y una visibilidad internacional muy importante. “Tendrán contactos directos con la ONU”, afirman las fuentes consultadas, que también lamentan la sustitución de Gallach, de la que consideran que tiene un currículo muy por encima del de Belarra.
La sospecha en varios ambientes diplomáticos es que Podemos utilice la Agenda 2030 para ampliar sus redes a nivel internacional. El partido de Iglesias tiene aliados políticos en varios países de América Latina (entre ellos, Argentina, México y Venezuela), y la nueva gestión de la Agenda 2030 le permitirá abrir las puertas de los gobiernos de todos los países del mundo.
Interlocución internacional de España
De hecho, Iglesias ya ha fichado a Santiago Jiménez, quien fue consejero diplomático de Zapatero en La Moncloa y en la actualidad era el número dos de la OID, para su agenda internacional, tal y como desveló en exclusiva Vozpópuli.
Belarra y su equipo es previsible que viajen a menudo a Nueva York, donde tiene su sede la ONU. Pero también en todas las ciudades donde se celebran cumbres específicas sobre desarrollo sostenible (por ejemplo la del clima de Chile, que finalmente se trasladó a Madrid), además de agencias y sedes de la ONU en todo el mundo.
El portal de Transparencia del Gobierno recoge entre las funciones del delegado para la Agenda 2030 la tarea de “colaborar con el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación en la interlocución internacional de España en materia de implantación global” del programa de la ONU. La Agenda 2030 busca un desarrollo sostenible en tres dimensiones: social, económicas y medioambiental.
Temor de los venezolanos
La presencia de personas vinculadas a Podemos en esferas en la política internacional alarma por otro lado a sectores críticos con gobiernos de América Latina, en particular con el venezolano de Nicolás Maduro. La diplomacia española hasta ahora ha garantizado apoyo y ayuda a disidentes del régimen de Maduro, entre ellos a Leopoldo López, que reside en la embajada española de Caracas. Pero el temor es que la alianza con Podemos implique un giro del gobierno socialista en su política exterior.
En el ministerio de Exteriores también manifiestan preocupación tras la reciente polémica sobre la visita de la encargada de negocios en Bolivia a la residencia de la embajadora de México en La Paz. Es esa residencia se encuentran seis ex ministros de Evo Morales, y la prensa boliviana y otras fuentes en España relacionan esa visita a una operación vinculada a las denuncias de financiación de Morales a Podemos, a través de una consultora, Nuerona, en la que trabaja Juan Carlos Monedero, y que podría verse beneficiada por la proyección internacional de Podemos. Aquella operación y la crítica del nuevo gobierno boliviano han obligado al ministerio a abrir una investigación interna. La encargada de negocios, mientras, ha sido declarada persona non grata.
Lealtad de Podemos
Además de la política exterior, Iglesias logró arrancar a Sánchez en el tiempo de descuento también un nuevo ministerio para Alberto Garzón. Y nada más empezar la legislatura, protagonizó dos entrevistas y una filtración a los medios para adelantar algunos de sus nuevos colaboradores (entre ellos, Belarra), que tampoco han gustado al PSOE.
Aun así, en Podemos garantizan su lealtad al Ejecutivo de Sánchez. El pasado miércoles, los morados han firmado un documento con el PSOE que habla de “coordinar” todos los movimientos parlamentarios entre los partidos, y menciona una “estrategia de comunicación conjunta”. En juego para Podemos está demostrar que puede y sabe gobernar. Iglesias dice tenerlo claro, y al menos en una primera etapa no se prevén nubarrones. Aunque no todos en el PSOE muestran fuera de micrófono su serenidad.
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