A pocos días de que arranque formalmente la campaña para las elecciones del 21 de diciembre, el PSC se ha visto envuelto en la polémica que están generando algunas de sus propuestas en las filas del PSOE. La reclamación de una quita de la deuda y la creación de una Hacienda catalana que gestione todos los impuestos han dividido a los barones del PSOE y se ha llevado duras críticas desde algunos territorios como Extremadura o Aragón. Pero, aunque algunos socialistas catalanes no ocultan su malestar, el análisis que se hace desde el partido de Miquel Iceta es que, lejos de perjudicarles, esta controversia ayuda a colocar sus mensajes y a afianzar su posición catalanista en la campaña.
Fuentes de la dirección del partido aseguran a este periódico que la polémica no genera ninguna preocupación, entre otras cosas porque creen que no hay motivo para ella. De hecho, más que con malestar, se ha recibido con "sorpresa" la reacción de algunos territorios a las propuestas de su programa electoral, porque en ellas no hay "nada nuevo" respecto a los documentos que ha aprobado el PSOE y el PSC: el más reciente, la Declaración de Barcelona que suscribieron sus dos Ejecutivas en julio, pero, más allá, también la Declaración de Granada que firmaron Alfredo Pérez Rubalcaba y Pere Navarro, con sus partidos detrás, en 2013.
Ahora el programa, defienden, no pone encima de la mesa ningún "privilegio" para Cataluña, sino la aplicación de esos acuerdos "al pie de la letra", como ocurre, defienden, con la Hacienda catalana, que funcionaría a través de un consorcio tributario que aparece ya recogido en Granada. Por lo que se refiere a la quita, insisten en que esta medida, que también ha pedido el Gobierno de la Generalitat valenciana de Ximo Puig, no se plantea de manera excluyente.
Pero en el PSOE no todos lo ven así. La reclamación de la condonación de parte de la deuda ha provocado suspicacias en algunos territorios y abiertas críticas en otros. Al rechazo que manifestó el pasado martes el Gobierno de Extremadura, se sumaron ayer el Ejecutivo de Aragón, cuyo consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, lo tildó de "idiotez", y el portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Angel Gabilondo, que defendió que no es "la mejor solución".
Por su parte, desde el Gobierno de Castilla-La Mancha, su consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, apuntó que medidas de este tipo no se pueden debatir "como moneda de cambio en la campaña electoral" sino que tienen que abordarse en "un foro adecuado" para ello.
Para algunos socialistas, críticos con estas propuestas, el PSC está defendiendo una "relación bilateral" con el Estado que es inasumible para los socialistas y situando en el foco del debate asuntos que sólo se deberían debatir en foros multilaterales. Por eso, defienden su derecho a responder, porque lo que están poniendo encima de la mesa les afecta a todos.
Desde una de estas federaciones críticas, avisan de que no se les puede echar en cara que se estén metiendo en su campaña, porque no están "diciendo ni mú" de su estrategia, sus socios ni sus planteamientos sobre pactos electorales, pero no pueden pedirles que no expresen su opinión cuando están hablando de asuntos que "afectan al resto".
Las críticas han sentado mal en algunos sectores del PSC, que lamentan que los barones hayan entrado en campaña cuando el partido está demostrando una "lealtad" total a los acuerdos que tiene suscritos con el PSOE y, en unas circunstancias muy complicadas, tiene buenas perspectivas en estas elecciones.
Pero en la dirección del partido que lidera Iceta no hay ni rastro de preocupación. El primer secretario se limitó ayer a manifestar su sorpresa por que "haya gente que se sorprenda" de que haga reclamaciones que están en los documentos aprobados con el PSOE e incluso en el Estatut de Cataluña. Y restó importancia a las críticas de algunos barones, porque "en el momento en que se discute la financiación, cada uno tiene que hacer valer sus propios intereses y criterios". Eso sí, dejó claro que él está más "a gusto" con los planteamientos que hacen los presidente de la Comunidad Valenciana y Baleares.
Más allá de esto, el análisis que se hace en la dirección del PSC es que esta polémica no les hace ningún daño. Es más, les ha servido para "abrir el debate" sobre el programa, que es precisamente lo que ellos están intentando hacer, y situar sus propuestas en el foco.
Y, además, con una perspectiva catalanista y que les ayuda a diferenciarse del PP y de Ciudadanos. Esto es hacerles un favor, precisamente ahora que todo lo que sea marcar distancias con estos partidos y sacar la cabeza especialmente respecto al de Inés Arrimadas cuenta como un punto a favor.
Hasta ahora, sostienen en el PSC, Iceta estaba haciendo una campaña en positivo y puede seguir haciéndolo, viendo, además, cómo más allá del capítulo judicial en torno a estas elecciones, se habla de los temas que ellos quieren colocar encima de la mesa.
Sánchez fracasa en su intento de contener el incendio
Sin embargo, quien no sale muy bien parado de esta polémica es el secretario general, Pedro Sánchez, que ha visto fracasar su esfuerzo por intentar que no estallara el debate interno sobre la financiación autonómica antes de que el Gobierno haga su propuesta y en plena campaña catalana.
Ferraz, se afanó el miércoles por intentar frenar el incendio pero, a la vista de las nuevas críticas que se sucedieron el jueves, no tuvo mucho éxito. Desde la Ejecutiva federal, algunos dirigentes lamentaban la "irresponsabilidad" de quienes parecen, a su juicio, no "respetar" la campaña de sus compañeros.
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