El PSOE ha decidido finalmente aplazar la reprobación a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, por su gestión de la crisis en Cataluña y las cargas policiales del 1-O. Tal y como adelantó este periódico el pasado sábado, los socialistas quieren "escuchar" primero las explicaciones que ofrecerá mañana en el Congreso el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy.
De esta manera, queda "congelada" la iniciativa con la que el PSOE se desmarcó la semana pasada del Gobierno, dos días después del referéndum ilegal, cuyo desarrollo provocó las primeras críticas públicas de los socialistas a Moncloa desde que estalló el desafío independentista.
Así lo ha confirmado la portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Margarita Robles, que ha explicado que la dirección ha decidido solicitar "de momento" ese "aplazamiento" para oír primero las explicaciones del presidente del Gobierno.
A partir de aquí, no ha cerrado la puerta a que, en función de lo que diga Rajoy, se pueda retirar. "Cuando llegue ese momento y en función de lo que diga el presidente, ya tomaremos las decisiones. De momento, lo único que se ha hecho es pedir el aplazamiento", ha explicado.
Malestar en las filas socialistas.
La iniciativa sentó como un tiro en algunos sectores del PSOE. Fue muy criticada por una parte del Grupo Socialista que, como dijo en público el expresidente de Castilla-La Mancha José María Barreda, consideraban "inoportuno" cargar contra la vicepresidenta y poner en cuestión la actuación de las fuerzas de seguridad, cuando los policías y guardias civiles estaban siendo acosados en las calles de Cataluña.
De hecho, algunos se preparaban a la reunión del Grupo Socialista de este martes para cuestionar una decisión que ni se trató antes en la Ejecutiva ni tampoco en el Congreso.
Fuentes de Ferraz aseguraron ya hace unos días que, una vez puestas en el calendario las comparecencias del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y Mariano Rajoy, lo "normal" sería esperar al desarrollo de los acontecimientos y "escuchar las explicaciones" del presidente del Gobierno.
Y negaban que la decisión de aplazar la reprobación tuviera que ver con las críticas, a las que se sumaron con vehemencia el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra y otros veteranos socialistas, como los expresidentes autonómicos Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Joaquín Leguina y José Rodríguez de la Borbolla, que publicaron una carta abierta al secretario general, Pedro Sánchez, para pedirle que, en lugar de reprobar a Sáenz de Santamaría, tome las "decisiones precisas" para colaborar en la restauración del orden constitucional.
"Lo que no tiene sentido es que mientras estos se están levantando e intentado dar un golpe de Estado, el PSOE quiere reprobar a la vicepresidenta. ¡Pero estos están locos, hombre!", afirmó Leguina, en una entrevista con este periódico.
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