Política

El PSOE camina hacia la escisión: Pedro Sánchez ajusta cuentas con Susana

Pedro Sánchez se reestrenó anoche en Madrid con un proyecto político bajo el brazo irreconciliable con el que ahora defienden la gestora y Susana Díaz.

El exlíder socialista reconoció anoche en el Círculo de Bellas Artes de Madrid que no es el mismo desde que Susana Díaz le desalojó por la fuerza de la secretaría general, hace ahora casi cinco meses. Todavía no ha podido deshacerse de la rabia que acumula desde entonces y ayer demostró que va a poner toda la carne en el asador para ejecutar su venganza de la mano de un proyecto político a todas luces irreconciliable con el que en estos momentos defiende la gestora, la misma que prepara el camino a la presidenta andaluza hacia el sillón de Ferraz.

Sánchez se ve con fuerzas para volver a intentar una alianza "con todas las fuerzas progresistas"

Pedro Sánchez y sus teloneros – la magistrada en excedencia Margarita Robles, el exalcalde donostierra Odón Elorza, la exministra Cristina Narbona, el economista Manuel Escudero y el sociólogo José Félix Tezanos – someterán al escrutinio de la militancia un proyecto que pretende aglutinar a “todas las fuerzas progresistas” para desbancar al PP del Gobierno. Ese es su gran objetivo, desde el convencimiento de que la “gran coalición con la derecha” ni ha sido útil en Europa ni es posible en España. El “no es no” volvió anoche a corearse en el acto organizado por el sanchismo con la militancia como una especie de proyectil dirigido no tanto a Mariano Rajoy como a quienes desde el Partido Socialista han hecho todo lo posible para favorecer su continuidad en La Moncloa.

No le va a resultar nada sencillo al PSOE fabricar con estos mimbres, en los tres meses que restan hasta las primarias, un congreso de unidad. El propio Sánchez lo dijo ayer bien claro: la reconciliación solo será posible si votan todos los militantes y se logra recuperar los valores y los principios clásicos de la izquierda. Al exsecretario general y a quienes le apoyan, estos valores son incompatibles con los que enarbolan quienes han permitido que gobierne el PP, un partido al que el sanchismo considera neoliberal y pretende combatir creando “una gran alianza de las fuerzas progresistas contra el austericidio”. En opinión de Sánchez, es falso lo que argumenta la gestora de que se gobierna desde el Parlamento con el PSOE como columna vertebral. “Se gobierna desde La Moncloa y si yo hubiera superado mi investidura, España habría cambiado de forma radical”, sentenció.

Miedo a un triunfo corto de Susana

Si gana Sánchez las primarias y consigue formar después una ejecutiva afín, volverá pues a tender la mano a todas las fuerzas que después del 20D y, en menor medida, del 26J, trabajaron para retirar al PP del Gobierno. Este volver a empezar pone los pelos de punta a Susana Díaz y a Patxi López, convencidos también de que les será imposible cualquier acuerdo con el exlíder socialista salvo que el grueso de la militancia le dé la espalda. Y en sus previsiones no figura que esto ocurra. Más bien al contrario. Sin datos objetivos todavía que respalden estos cálculos, en Ferraz se anticipa que Susana Díaz ganará las primarias con un 40% de apoyos, mientras que Sánchez quedará muy cerca de este porcentaje quedando López en tercera posición. “Así será muy difícil administrar un congreso de unidad, por lo que habremos firmado entre todos la ruptura del partido”, señalaba anoche un destacado diputado socialista, convencido de que Sánchez no parará hasta ajustar cuentas con la presidenta andaluza. El odio es mutuo.

En el documento de 33 páginas que contiene la base programática con la que el ala izquierda del PSOE defenderá su espacio en las primarias y en el congreso posterior, se apuesta por la unidad de acción con UGT y Comisiones, por una reforma constitucional del principio de estabilidad presupuestaria que garantice también la paz social, por una política de inversión expansiva y por una mutualización de la deuda a escala europea. El programa recupera también algunos de los postulados que defendió Sánchez cuando era secretario general: derogación de la reforma laboral del PP, salario mínimo de 1.000 euros mensuales, consolidación de una banca pública y el establecimiento de una renta mínima para todos los ciudadanos. El documento presenta como agotados los logros conseguidos por los gobiernos de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero e incorpora una enmienda a la totalidad a todas las políticas del PP.

En el PSOE se anticipa que será imposible administrar una posible victoria de Susana Díaz si no supera el 40% de los apoyos

El equipo de Sánchez consiguió anoche en pleno centro de Madrid una escenografía mucho más impactante que la ensayada hace una semana por Susana Díaz con cientos de alcaldes de su partido en un pabellón de la ONCE. El acto estaba preparado para arrancar a las siete y media de la tarde, pero comenzó casi una hora después con un millar de personas en la calle sin poder acceder al abarrotado recinto. El ambiente fue festivo y poco sobreactuado. Al contrario que Susana Díaz, Sánchez no necesita fletar autocares para llenar el auditorio. Su mensaje más letal, el que liga a la presidenta andaluza con el PP, cala cada día más entre la militancia. Y ésta será, en última instancia, la que tenga la última palabra en las primarias de mayo. ¿Acabará tirando la toalla Susana?, se preguntan algunos integrantes de su propio equipo, aunque la mayoría considera que terminará presentando su candidatura para ir a una competición fraticida y a cara de perro.

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