El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, adelantaba este jueves al comisario de Asuntos Económicos de la Unión Europea, Pierre Moscovici, que su partido no apoyará el Acuerdo de Libre Comercio de la Unión Europea con Canadá (CETA). Y no lo hará, a priori, mediante una "abstención motivada" en la votación del próximo jueves en el Congreso de los Diputados que debe ratificarlo.
Sin embargo, después del revuelo organizado por el giro de los socialistas, la presidenta del partido, Cristina Narbona, ha dejado este viernes la puerta abierta a que el signo del voto pueda cambiar hacia el 'no' el lunes tras la reunión de la Ejecutiva Federal.
Después de reconocer que "la postura actual es la abstención", Narbona ha dicho que la postura definitiva se hará pública tras escuchar los argumentos de los sindicatos en la reunión de Ferraz. Narbona ha argumentado que el tratado "pone en peligro 200.000 puestos en la Unión Europea" y que "numerosos juristas dan argumentos consistentes sobre las dudas que genera el acuerdo con Canadá".
"Es verdad que el lunes en la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal tendremos con nosotros a los representantes de los sindicatos y después de esa reunión, con todos los argumentos escuchados, procederemos a anunciar nuestra posición", ha puntualizado en una entrevista en RNE tras desvincular el cambio de postura del PSOE de las presiones de Podemos. Los socialistas respaldaban el acuerdo hasta el pasado miércoles, cuando incluso votaron a favor en la Comisión de Exteriores de la Cámara Baja.
Por su parte, el portavoz de la nueva Ejecutiva socialista, Óscar Puente, ha defendido el cambio de postura del PSOE en otra entrevista en la Cadena Ser. "O cambia y se adapta o corremos el riesgo de pasar a la historia. Y eso no lo vamos a hacer", ha dicho el también alcalde de Valladolid. Además, ha apelado a la división que genera el tratado incluso entre las filas de los propios socialistas en el contexto comunitario donde 67 parlamentarios socialistas europeos votaron en contra y 13 se abstuvieron. "No parece que sea una cuestión pacífica ni unánime entre los socialistas europeos", ha justificado Puente.
Preguntado sobre si el cambio de postura ha sido consultado con presidentes autonómicos como el valenciano Ximo Puig -que defendía el Tratado por los posibles beneficios para las firmas de su comunidad-, Puente ha respondido que no está en contra de la apertura comercia, sino de que esa apertura no contemple cuestiones esenciales. "Nosotros queremos más mercados y un mundo sin proteccionismo, pero también donde se globalicen los derechos sociales. El CETA no cumple esas premisas", ha rematado el portavoz de los socialistas socialista.
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