El PSOE pone un cortafuegos a su número tres, Santos Cerdán, para salvar al que es el negociador del partido con Carles Puigdemont. El núcleo duro del presidente del Gobierno y líder socialista ha levantado un muro para evitar que el 'caso Koldo' salpique al secretario de organización. Altas fuentes socialistas quitan hierro al hecho de que Cerdán conociera a Koldo García, el exasistente de José Luis Ábalos investigado por pertenecer a una supuesta trama de cobro ilegal de comisiones en la compra de mascarillas durante la pandemia de covid. El propio Cerdán, en conversación con este diario, asegura que no le preocupa que le empiecen a señalar en el partido: "No tengo miedo de que me señalen porque no he hecho nada".
Cerdán se muestra tajante. El secretario de organización ya ha fulminado a la pareja de Koldo García, Patricia Úriz Iriarte, quien tenía carné de militante. El exasistente de Ábalos ya no lo es, pero Ferraz, que no aclara desde cuándo. ya se mueve para hacer un control de daños efectivo. El objetivo es que la repercusión del escándalo toque lo menos posible a algunos gerifaltes socialistas, además de Cerdán: desde la presidenta del Congreso, Francina Armengol, pasando por el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, hasta el líder del PSC, Salvador Illa.
Una evidencia más de que el PSOE está protegiendo a Cerdán es que Ferraz está delegando las explicaciones públicas en Ábalos, quien fuera secretario de Organización del partido entre 2017 y 2021. Koldo García formó parte del círculo más cercano Sánchez. El "último aizcolari", según le describió el propio Sánchez, le ayudó cuando decidió disputarle a Susana Díaz, en 2017, el liderato del partido. Koldo García entró en ese círculo apadrinado por su paisano Santos Cerdán, quien reemplazó Ábalos al frente de la secretaría de organización. Pero fuentes socialistas de alto nivel explican que "ya no tienen relación". Y achacan que se conozcan al mero hecho de compartir origen. "No porque los dos sean navarros se tienen que conocer íntimamente", zanjan estas fuentes.
El superviviente de la purga de Sánchez
Santos Cerdán (Milagro, Navarra, 1969) es uno de esos personajes que saben moverse entre bambalinas y mantenerse en el tiempo. El secretario de organización del PSOE es uno de los pocos supervivientes de la gran purga de Pedro Sánchez que todavía hoy tiene un peso creciente en el partido. Aunque puede que el caso Koldo le termine derribando. No por casualidad, este técnico de mantenimiento e industrial se ha convertido en el electricista socialista para enchufar al independentismo a la investidura del presidente del Gobierno en funciones. Cerdán es uno de los negociadores directos con Junts.
Cerdán llegó a la secretaría de organización en verano de 2021, cuando el presidente acometió la mayor remodelación de gobierno de la democracia y tras laminar a sus manos derechas: Carmen Calvo, José Luis Ábalos e Iván Redondo. Pero se conocen de mucho antes. Cuando Sánchez es defenestrado en el convulso comité federal del 1 de octubre de 2016, el hoy presidente vacila sobre si volver a presentarse con el 'no es no' a Mariano Rajoy por bandera.
En ese momento, Sánchez comienza a estrechar lazos con Ábalos, Adriana Lastra, Sofía Hernanz, Francisco Quico Toscano, Susana Sumelzo, Rafa Román y, por supuesto, Santos Cerdán. El navarro, de hecho, fue uno de los pocos que gestionó el regreso de Sánchez en las primarias que ganó a Susana Díaz y a Patxi López. Él se encargó de los avales. Por aquella época, en local de Marqués de Urquijo se citaban Calvo, Lastra, Paco Salazar, Cerdán y Juanma Serrano para elaborar la estrategia.
Un hombre "muy de partido"
Cerdán es un socialista de cuna, como su padre y su abuelo, que tenían carné. Y es, en efecto, un fontanero con galones, porque ya ejerció como secretario de organización del partido en Navarra entre 2011 y 2017. Aquella época fue dura, porque tuvo que tragarse el 'no' de Ferraz a su intento de desbancar a Yolanda Barcina con una moción de censura que necesitaba los votos de Bildu para prosperar. El entonces secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, lo impidió.
El navarro es "muy de partido". Exuda el argumentario socialista. No por casualidad, además, es el presidente de la Fundación Pablo Iglesias, uno de los laboratorios de ideas del PSOE. En el último Congreso Federal en Valencia, en octubre de 2021, el presidente le mantuvo en el cargo. Pero su relación con Lastra se enquistó. Se llevaban a matar por meterse cada uno en el charco del otro. Hasta que todo saltó por los aires y Lastra, que se movía para una época sin Sánchez, terminó dimitiendo. Solo queda él.
Desde el 10 de julio de 2021, cuando Ábalos fue víctima de la sorpresiva remodelación de Gobierno acometida por Pedro Sánchez, el rol político del exministro quedó reducido a su escaño de diputado y a la presidencia de la comisión de Interior del Congreso. Ferraz le despojó de toda responsabilidad orgánica en el partido tras renunciar, solo dos días después de su destitución ministerial, a la secretaría de organización del PSOE, donde fue reemplazado por el navarro Santos Cerdán, por aquel entonces su número dos.
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