Política

El PSOE vuelve al orden: los diputados enfilan el camino a la abstención en la investidura

Después de la tormenta viene la calma, aunque sea artificial. Javier Fernández salió ayer de la reunión con el grupo parlamentario socialista con la impresión de que el PSOE ha vuelto al orden.

Javier Fernández, presidente de la gestora que conducirá al PSOE hasta el próximo congreso, ha evitado estrenar su responsabilidad como un elefante en una cacharrería, consciente de que tiene que enfriar en pocos días la seria tensión que evidenció su partido en el reciente comité federal. Ayer se reunió con el grupo parlamentario socialista y salió satisfecho, con la impresión de que “ha vuelto el orden”.

Los diputados socialistas aconsejan a la gestora del PSOE no mostrar las cartas antes de tiempo

Ninguna de las intervenciones relacionadas con el debate sobre si conviene facilitar la investidura de Mariano Rajoy o ir a terceras elecciones, estuvo marcada por la acritud. Solo tres diputados, Rafael Simancas, Odón Elorza y Margarita Robles, se decantaron con claridad por no apoyar al candidato del PP. En el discurso del resto, incluido el del propio Javier Fernández, se percibió una apuesta clara por evitar terceras elecciones. Y la única manera de hacerlo es con la abstención de los socialistas.

Hubo tres coincidencias en la mayor parte de estas intervenciones, incluso en las de quienes apoyaron a Pedro Sánchez en el pasado comité federal: el respeto a la autoridad de Javier Fernández, la conveniencia de no mostrar las cartas antes de tiempo y, por último, dejar que sea Mariano Rajoy quien tome la iniciativa.

Sánchez no ha tirado la toalla

De cualquier modo, ninguno de los diputados que estuvieron ayer presentes en esta reunión concluye que Sánchez y sus más fieles seguidores hayan tirado la toalla. De hecho, quienes le respaldaron siendo miembros de su ejecutiva renunciaron a hablar en el plenario del grupo parlamentario al considerar que es el comité federal donde estatutariamente debe decidirse la estrategia política. Sánchez no pisó ayer el Congreso y a media tarde se enteró por otros diputados que comunicaron con él por teléfono que su escaño estará en la tercera fila, una más abajo de la que ocupa Eduardo Madina, donde más pronto que tarde probablemente tendrá que tragarse el sapo de ver como el PSOE se abstiene en la investidura de Rajoy. En ello está la gestora y también la presidenta andaluza, Susana Díaz, junto a los barones que la secundan.

De momento, no existen garantías de que el grupo parlamentario, llegado el momento, no vaya a romper la disciplina de voto, pero hay mayores posibilidades que hace dos días de que se alcance un acuerdo que evite el espectáculo. La otra prioridad es cocinar un acuerdo con el PP que no siembre la rebeldía entre parte de los miembros que componen el comité federal, pues el pánico a dar otro espectáculo como el del sábado es grande y, además, está compartido por los dos bandos.

Por el momento sigue sin estar garantizada la disciplina de voto ante la investidura de Rajoy

El miedo a unas terceras elecciones es también generalizado en el grupo parlamentario, pues pillarían al partido sin la maquinaria necesaria para encararlas con ciertas garantías de evitar otro severo descalabro, y también sin candidato.

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