"No están haciendo nada". Tres meses después de que el Congreso aprobara el primer Pacto de Estado contra la Violencia de Género, la secretaria de Igualdad del PSOE, Carmen Calvo, denuncia que el Gobierno no ha dado "ni un paso" para promover las reformas legislativas necesarias ni ha puesto encima de la mesa los 200 millones que prometió para 2018. Y le exige que lo haga ya, "con rapidez", entre otras cosas para proteger a los menores, con medidas como la que contempla el acuerdo para suspender el régimen de visitas con sus padres en el caso de que hayan "presenciado, sufrido o convivido con manifestaciones de violencia".
Es más, en conversación con este periódico, la 'número cuatro' del PSOE adelanta que si el Gobierno no empieza en febrero a llevar al Congreso las modificaciones legislativas derivadas de este pacto, lo hará el Grupo Socialista por su cuenta, a pesar de que fueron de la mano del PP para su aprobación el pasado septiembre. Según explica, empezarán por todas aquellas medidas, "algunas de carácter procesal", que "afectan fundamentalmente a la protección de menores", porque "en este momento hay muchos hombres maltratadores, condenados, que pueden acceder a sus hijos y eso requiere modificaciones".
Esta situación se ha vuelto a poner bajo el foco después de que hace unos días se denunciara que un hombre, pendiente de entrar en prisión por un delito de maltrato contra su exmujer, desapareciera junto a sus dos hijos. Pero este caso, que acabó con la detención del padre, no es ni mucho menos el primero y, de hecho, recuerda Calvo, España ya ha sido incluso apercibida por Naciones Unidas para que haga que los regímenes de visitas no pongan en peligro la seguridad de los menores. Esta recomendación llegó después de que su Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer condenara a España por no actuar de manera diligente en la protección de una víctima de violencia de género y de su hija, de 7 años, que fue asesinada por el padre en una visita sin supervisión.
El PSOE lleva tiempo alertando del riesgo que corren muchos niños en los regímenes de visita, cuando tienen padres que, de una manera u otra, tienen acreditada la violencia contra la madre"
La protección de los menores forma parte del pacto que aprobó la Cámara Baja con los votos de todos los partidos, y la abstención de Podemos, y Calvo sostiene que fue el PSOE el partido que puso el foco en los niños, porque, entre otras cosas, ya llevan mucho tiempo alertando del "riesgo que corren muchos niños en los regímenes de visita, cuando tienen padres que, de una manera u otra, tienen acreditada la violencia contra la madre".
Por eso, ahora insiste en que "las seis leyes que hay que modificar" como consecuencia de este pacto deben empezar a llegar al Congreso cuanto antes. "El Gobierno va muy lento, con una enorme desidia, en un asunto para el que los socialistas nos hemos prestado con compromiso y con lealtad, es increíble que no haga sus tareas cuando el principal partido de la oposición ha estado dispuesto a acordar y firmar un pacto", denuncia.
"Los socialistas exigirán a Podemos que 'se aclare en esto, como en otras cosas' y haga un ejercicio de "realismo político
Y avisa de que sería "vergonzoso" que la oposición tuviera que intentar sacar adelante por sus medios estas reformas acordadas entre todos. Para ello, además, apunta directamente a Podemos y avanza que pedirán su apoyo, aunque el pasado septiembre no votó a favor del pacto. El partido de Pablo Iglesias "se bajó del pacto, pero después está haciendo mociones en todos los ayuntamientos" para exigir al Gobierno de Mariano Rajoy que lo cumpla y por eso, señala Calvo, los socialistas le exigirán ahora que "se aclare en esto, como en otras cosas" y haga un ejercicio de "realismo político".
Pero, además, el segundo caballo de batalla del PSOE en esta materia es la dotación presupuestaria de este pacto, al que el Gobierno se comprometió a dotar con 200 millones de euros para este año. El Congreso aprobó en noviembre, también con los votos del PP, instar al Ejecutivo a aprobar un decreto para otorgar estos fondos a las medidas contra la violencia de género, pero todavía no se ha aprobado esta partida.
Precisamente, el Grupo Socialista registró este miércoles una solicitud de comparecencia de la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, para que explique los motivos por los que todavía no se ha aprobado ese decreto. Denuncian que este pacto no ha echado a andar y el Gobierno ya lo está incumpliendo.
Ese dinero, defiende la dirigente socialista, "tiene que estar en enero, porque los ayuntamientos no pueden hacer nada para prevenir porque no tienen recursos", y sin prevención, insiste, las mujeres amenazadas se quedan desamparadas. "Si les decimos a las mujeres que denuncien, que salgan de la oscuridad de esa violencia, del aislamiento de la violencia machista, que la sociedad está para arroparla, y cuando lo hacen no hay recursos y se falla, ¿qué pensarán?", se pregunta.
Un futuro plan global contra el sexismo
La responsable de Igualdad lamenta que, pese al avance que supuso la aprobación de ese pacto, que se firmó en julio, es necesario ir mucho más allá y, por eso, adelanta que el PSOE preparará, de cara a las próximas elecciones generales, un "plan absolutamente amplio y ambicioso contra el sexismo en la sociedad".
Porque, si bien lo más urgente era "empezar por la violencia de género, que es la situación más trágica", hay que ir a la raíz de un problema en una sociedad que "todavía no ha entendido que su mitad de la población es tan valiosa como la otra". Ese plan, explica, será "una acometida general contra el sexismo de una sociedad que maltrata literalmente" a las mujeres y que se ve "a diario", en campañas de publicidad, en el régimen laboral o en el tratamiento de casos como el de 'La Manada' o la muerte de Diana Quer.
"Hay un ambiente social proclive a algo tan antiguo como el mundo: las mujeres en todas las religiones somos la maldad, somos un elemento de maldad en el patriarcado y sobre el mal hay que prevenir, desconfiar y reaccionar hasta el punto de sentir que no somos objeto de respeto. Sobre nosotras siempre tiene que recaer alguna sospecha, ya sea la ropa que llevamos o por qué vamos a las tres de la madrugada solas... No se acepta que somos seres libres, independientes, completos", lamenta.