Detrás de la persecución que han sufrido en el grupo parlamentario los diputados socialistas que apoyaron hasta el final a Pedro Sánchez, se han mezclado el puro ajuste de cuentas y el interés de la gestora que preside Javier Fernández en situar en el Congreso a peones afines a Susana Díaz y a la vieja guardia del PSOE. Este último móvil es el que ha operado en las presiones recibidas por la magistrada en excedencia Margarita Robles para que deje su escaño, pues el objetivo último era situar en este asiento a José Enrique Serrano, exjefe de gabinete de Felipe González, de José Luis Rodríguez Zapatero y auténtico factótum de Alfredo Pérez Rubalcaba. Además, Serrano es considerado en las filas socialistas como el principal defensor de la gran coalición con el PP.
La negativa de Margarita Robles a dejar su escaño ha impedido la entrada de José Enrique Serrano en el grupo parlamentario
Robles ha sido una de las diputadas que con mayor valentía ha resistido a estas presiones y ha denunciado la caza de brujas que se desató dentro del Partido Socialista contra los parlamentarios que intentaron impedir a toda costa la defenestración de Pedro Sánchez de la secretaría general. Ella misma estuvo a punto de perder la presidencia de la Comisión de Justicia del Congreso, pero se salvó a última hora en medio de la polvareda que desató la propuesta del PP de situar en la de Exteriores al exministro del Interior Jorge Fernández Díaz, recolocado in extremis en la de Peticiones.
Margarita Robles concurrió a las elecciones del 26 de junio en el puesto número dos de la lista por Madrid, justo detrás de Sánchez. Al abandonar este último su escaño a finales de octubre, entró en su lugar la exconcejal madrileña Carlota Merchán. La gestora que dirige provisionalmente el PSOE ha querido encontrar, además, un hueco para José Enrique Serrano, número 9 en la candidatura madrileña, y vio una oportunidad para ello en las presiones dirigidas contra la magistrada en excedencia, que se ha negado a entrar en este juego y a dejar su acta de diputada.
Las razones por las que la gestora ha querido introducir a Serrano en el grupo parlamentario están vinculadas, según fuentes socialistas, no solo a su plena identificación con la vieja guardia del partido sino a lo avanzado que tiene el borrador de una posible reforma constitucional pactada con el PP, asunto que trabajó a fondo en los primeros meses de Sánchez como líder del PSOE. Serrano suma, además, la ventaja de tener hilo directo con Jorge Moragas, jefe de Gabinete de Mariano Rajoy, después de haber servido durante muchos años como enlace entre los socialistas y La Moncloa para todos los temas de perfil institucional.
Repescado como asesor
La relación de José Enrique Serrano y Sánchez se enfrió con el tiempo y se hizo patente con la llegada a Ferraz de Juan Manuel Serrano como jefe de Gabinete y coordinador, por tanto, de buena parte de sus actividades y de su agenda.
El factótum de Rubalcaba ha quedado, finalmente, fuera del Congreso, pero ha sido repescado como asesor del grupo parlamentario por su portavoz, Antonio Hernando, quien ha conseguido mantenerse en este cargo gracias a Rubalcaba, a pesar de haber combatido con uñas y dientes hasta septiembre el “no es no” a Rajoy para después ser el principal altavoz de la defensa de la abstención en el debate de investidura.
Serrano es considerado en las filas socialistas como el principal defensor de la gran coalición con el PP
De los 15 diputados socialistas que rompieron la disciplina de voto en esta sesión de investidura negándole la abstención al candidato del PP, todos han resistido en su escaño aunque la mayoría de ellos con responsabilidades diferentes a las que en un principio les había encomendado la dirección del grupo.
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