Lo que hasta hace unos días parecía imposible ahora parece más que probable. Ya no existe veto del PSOE a Bildu. Ambos pueden llegar a acuerdos. El respaldo de la coalición abertzale a los presupuestos del Gobierno de Navarra cambia la relación entre ambas formaciones. Y, de paso, abre la vía para que los bildutarras puedan hacer lo propio con las cuentas públicas del Ejecutivo que preside Pedro Sánchez.
El pacto en Navarra para que Bildu facilite los primeros Presupuestos del Gobierno de María Chivite supone un antes y un después entre ambos partidos. Se trata de un acuerdo más que novedoso. Sin precedentes. Porque hasta ahora el PSOE, en general, y el PSN, en particular, eran refractarios a cualquier negociación con la coalición que lidera Arnaldo Otegi.
El pasado martes, 24 horas después de consumarse el acuerdo, Adolfo Araiz, uno de los principales portavoces de Bildu en Navarra, celebraba con alborozo el acuerdo. Y, más en concreto, aplaudía que con el pacto "se abre una vía de normalización democrática" al entender los socialistas que "EH Bildu es un interlocutor válido con el que llegar a acuerdos".
El Gobierno de Sánchez, a favor
En el Gobierno presidido por Sánchez no hay fisuras respecto al pacto con Bildu. La portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, defendía el acuerdo tras la reunión del Consejo de Ministros. Subrayaba que "se trata de hablar de cifras" y no de otras "pretensiones" que puedan tener los independentistas. Y tras recordar que el antiguo alcalde de Vitoria Javier Maroto, del PP, pactó unos presupuestos con Bildu, destacaba que "es algo que ha formado parte de una dinámica normal en que se trata de hablar de cifras".
Si se sigue esa vara de medir expresada por Montero, sería también "normal" y nada extraño que los cinco diputados de Bildu respaldasen también, con el voto a favor o la abstención activa, los Presupuestos del Gobierno del PSOE y Podemos. El grupo parlamentario de Bildu ya optó por una decisiva abstención en la investidura de Sánchez.
Si bien el hipotético respaldo de Bildu a las cuentas del Gobierno aún puede parecer lejano, el acuerdo en Navarra que allana el terreno ya está aquí. La realidad es que este pacto se veía venir. Las dos reuniones que mantuvieron PSOE y Bildu en Pamplona y Madrid, una para los presupuestos de Chivite y otra para la investidura de Sánchez, ya vaticinaban que podría haber una nueva relación entre ambos partidos.
Tanto Chivite como Sánchez repitieron durante meses que "con Bildu no vamos a pactar nada". Lo dijeron en las campañas electorales y en diversos actos de partido. "Si quiere, se lo repito otras cinco veces, o veinte", llegó a decir en su día el presidente del Gobierno durante una entrevista. Pero las cosas entre el PSOE y Bildu están cambiando. Al pacto en Navarra hay que sumar, además, el pacto presupuestario acordado también entre socialistas y abertzales en Irún (Guipúzcoa), en este caso con el concurso de Podemos.
Las víctimas de ETA, indignadas
Esa sintonía entre el PSOE y Bildu no solo ha provocado las iras de los partidos de centro derecha. Porque el enfado es monumental en algunas asociaciones de víctimas de ETA. La valoración más severa partía del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite). En un comunicado, el colectivo acusaba al PSOE de dar "un paso mucho mayor en el blanqueamiento a EH Bildu y de traicionar su propia palabra, después de que el pasado mes de junio Pedro Sánchez asegurara que 'con Bildu no se acuerda nada".
La presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, consideró "muy grave" que el PSOE "se esté alineando con la izquierda abertzale y esté defendiendo que como ya no hay violencia hay que hacer política con EH Bildu"; algo que a su juicio supone ignorar deliberadamente que "la izquierda abertzale se niega a condenar el terrorismo y mantiene vivo el discurso totalitario y excluyente de ETA".
"Normalizar a EH Bildu y tratarlo como un partido político más, cuando siguen justificando cientos de asesinatos y la persecución totalitaria a quienes no compartimos su proyecto político, implica ayudar a la izquierda abertzale a asentar la impunidad fáctica y moral que quiere sobre sus responsabilidades en ETA", agregaba Ordóñez. "No es digno hacer política como si ETA nunca hubiese existido", remachaba.
Asimismo, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) denunciaba en las redes sociales que "EH Bildu no puede ser tratado como un interlocutor político más". "Proponemos aislarles políticamente hasta que condenen la violencia de ETA y reconozcan que no tuvo ninguna justificación".
El rechazo de las víctimas de ETA a cualquier negociación entre PSOE y Bildu volvió a quedar en evidencia durante los actos en recuerdo de Gregorio Ordóñez por el 25º aniversario de su asesinato. Tanto la viuda, Ana Iribar, como el expresidente del Gobierno José María Aznar dejaron claro que rechazan cualquiera de esos pactos.
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