El PSOE de Navarra tiene un problema con sus socios. Empieza a ser costumbre que la legislación sobre el euskera en la comunidad foral enfrente al Gobierno de María Chivite con sus propios aliados en el Ejecutivo. Este viernes, los socialistas navarros votaban junto a Navarra Suma para tumbar una propuesta respaldada por Geroa Bai, Podemos y Bildu acerca del impulso de la Ley del Euskera en todo el territorio de la comunidad.
Chivite está obligada a gobernar Navarra con fuertes contradicciones. Tiene un pacto de gobierno con Geroa Bai, Podemos e IU, además de que necesita los votos de Bildu para sacar adelante sus iniciativas, pero existen algunas cuestiones sensibles en las que los socialistas navarros están más cerca de Navarra Suma, la coalición que engloba a UPN, PP y Ciudadanos. Una de esas cuestiones candentes parece ser la política sobre el euskera.
El euskera y las zonas
Semanas atrás, las diferencias entre el PSN y sus socios se vislumbraban por una sentencia que anulaba un decreto sobre el euskera del anterior ejecutivo foral. Mientras los socialistas celebraban la resolución judicial, sus aliados abogaban por recurrirla en los tribunales y mostraban su enorme decepción. Finalmente, el Gobierno de Navarra no recurrió dicha sentencia.
Este viernes volvían a evidenciarse las discrepancias entre los socios del Ejecutivo navarro. La Comisión de Relaciones Ciudadanas del Parlamento de Navarra rechazaba, con los votos en contra de Navarra Suma y PSN y los votos a favor de Geroa Bai, EH Bildu y Podemos, una moción para instar al Gobierno de Navarra a "desarrollar todas las posibilidades recogidas en la Ley del Euskera". Dicha moción también pedía comprometerse a "trabajar en una nueva Ley Foral del Euskera que supere la zonificación y sea capaz de atender los derechos lingüísticos de toda la ciudadanía navarra".
Una alianza... solo a medias
En otras palabras, los socios de gobierno de Chivite abogaban por impulsar el euskera en toda la comunidad foral. Pero el Ejecutivo del PSOE prefería por una vez sumar fuerzas con la coalición Navarra Suma. Algo que, por supuesto, caía como una losa entre los aliados de Chivite. En todo caso, los socialistas navarros también se abstenían en varias partes del debate, de manera que su alianza con el centro derecha era solo parcial.
Porque en el mismo marco del Parlamento foral, sí salían adelante varios puntos de esa moción. Uno de ellos era el punto tercero, que exhortaba al Gobierno de Navarra a "determinar todos los puestos con requisito de euskera que sean necesarios". Este epígrafe prosperaba con el voto en contra de Navarra Suma y la abstención de PSN. Y lo mismo ocurría con el punto siguiente, el cuarto, donde se pedía al Ejecutivo foral garantizar que la valoración de los méritos del euskera en oposiciones sea igual a la de "otros idiomas comunitarios" como el inglés.
Esta misma semana, en una entrevista con Vozpópuli, el líder de Navarra Suma y UPN, Javier Esparza, aseguraba que el Gobierno de Chivite demuestra su "debilidad" por las "contradicciones" entre los partidos miembros.
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