Tras la 'resaca' electoral del 9-J las elecciones al Parlamento Europeo han dejado un mal sabor de boca para el PSOE, que junto a Sumar y Podemos han perdido tres millones de votos. Con una victoria del PP frente a un PSOE se sitúa en 4% por detrás y pierde un diputado. Estos resultados han dado carta libre para que muchos votantes empezasen a comparar la situación del PSOE con la de las elecciones europeas de 2024.
Y es que en aquellos comicios electorales, los socialistas perdieron por 3 puntos, uno menos que en este 9-J, y recortando 13 puntos al PP. De hecho, su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, terminó abandonando el partido, porque consideró que "la responsabilidad del muy mal resultado electoral es mía, mía y mía".
De hecho, Rubalcaba se mostraba "frustrado" ante el resultado electoral, dejando claro que se echaba a un lado, dejando de lado todas las opciones: no optaba a dirigir el nuevo partido, ni a ser candidato en las elecciones de 2015. En ese momento, los socialistas españoles cosecharon el peor resultado de su historia, con un 23% de los votos y perdiendo nueve eurodiputados. Por ello, la Comisión Ejecutiva Federal incluso cambió el calendario aprobado hasta ese instante para elegir una nueva dirección que llevase a la formación a unas primarias abiertas.
Además, en rueda de prensa posterior a aquellas elecciones europeas celebradas en 2014, Rubalcaba entonaba el mea culpa: "Es evidente que no hemos recuperado la confianza de los ciudadanos" y que "con un resultado como este, algo no hemos hecho bien".
"Aquí hay un problema de responsabilidad política, de un resultado malo sin paliativos; una responsabilidad que hay que asumir". Y esa responsabilidad "la asume la dirección y la asumo yo" porque las primarias abiertas, por las que Rubalcaba seguía apostando, "deben ser organizadas por la nueva dirección".
Unos resultados que vuelven a resonar este 9-J para el PSOE
Rubalcaba consideraba en 2014 que debían afrontar el peor resultado de la historia del partido. De hecho, detallaba la derrota como "un muy mal resultado", igual que lo hizo en su momento la candidata y vicesecretaria general, Elena Valenciano.
En comparación con la situación actual y los resultados obtenidos por el PSOE en este 9-J, al bloque de la izquierda le ha salido caro no concurrir juntos a las elecciones, obteniendo de esta forma un escaño y casi medio millón de votos menos a cuando lo hicieron así en 2019.
Hasta el momento el PSOE sujeta su resultado gracias a Cataluña, donde han conseguido imponerse con un 30,6% por delante de Junts (18,02%), ERC (14,8%), PP (13,8%), Vox (6,2%), Podemos (4,6%), Comuns Sumar (4,3) y Se Acabó La Fiesta (2,8%).
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