Primeras grietas en el Gobierno de coalición. El PSOE ha intentado arrebatar la reforma del consentimiento sexual del Código Penal (el conocido como solo 'sí es sí') de la ley de libertades sexuales que Unidas Podemos quiere aprobar en el semana del día de la Mujer (8-M).
Según ha sabido Vozpópuli, el Ministerio de Justicia (PSOE) no quiere cargar con una reforma del Código Penal que se centre exclusivamente en suavizar los delitos de sedición y rebelión. La manera de diluir el impacto y sus posibles consecuencias en la libertad de presos independentistas condenados como Oriol Junqueras es presentar un paquete más amplio que incluya el consentimiento sexual.
PSOE y Unidas Podemos han escenificado sus diferencias en esta materia, sin que termine de estar claro qué va a ocurrir exactamente con esta ley. La ministra de Igualdad, Irene Montero, tiene previsto aprobar el proyecto en el Consejo de Ministros del 3 de marzo. La única comunicación oficial de La Moncloa es que el texto legislativo "estará listo en los plazos previstos y enviará un mensaje claro de compromiso del Gobierno con la igualdad de cara al 8 de marzo".
La semana del 8-M
Fuentes de Unidas Podemos entienden que este mensaje no deja lugar a las dudas, y que la titular de Igualdad podrá aprobar su ley integral -reforma del Código Penal incluida- en la semana del 8-M. Pero desde el PSOE sugieren que hay lagunas en la propuesta de la ministra morada y que no se están cumpliendo los plazos legales previstos.
Otras fuentes próximas a la negociación niegan ese incumplimiento y aseguran que la ley está redactada y enviada al resto de ministros desde hace más de 15 días. Solo el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha puesto pegas a su tramitación. Montero llamó a Campo el miércoles por la noche, pero la conversación no fue fructífera.
"Lo único que falta para que llegue a tiempo es que el ministro de Justicia dé el 'ok'", dicen estas fuentes. "Se está esperando hace semanas, y este último se niega a hacerlo alegando generalidades de procedimiento sin concretar".
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias pactaron un calendario de varios hitos legislativos que acompañó a su acuerdo de investidura, en el que se recogía la aprobación de la ley de libertades sexuales en la semana del 8-M. Este calendario se reconfirmó en la jornada de trabajo que el Gobierno al completo compartió hace dos fines de semana en Quintos de Mora (Toledo).
Choque con Marlaska
El rifirrafe por esta ley es probablemente el más serio entre los socios de coalición en su poco más de un mes de vida. No será una crisis grave si finalmente se resuelve. Pero es un aviso. La comunicación entre Sánchez e Iglesias y sus respectivos equipos es fluida. Los roces se han producido cuando se tocan materias transversales que afectan a carteras tanto de Podemos como del PSOE, como en este caso con el Código Penal o con las protestas del sector agrario entre Agricultura y Trabajo.
Otro de los choques de esta semana ha sido el supuesto endurecimiento de la ley de asilo y el proyecto para elevar la altura de las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla con Marruecos. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, filtró las dos propuestas a varios medios de comunicación. Y la reacción en contra de Podemos no se hizo esperar.
Varias llamadas entre los gabinetes de Sánchez e Iglesias desautorizaron a Grande-Marlaska. Y Moncloa dio a entender que las medidas sugeridas por Interior están en contra del acuerdo de gobierno suscrito entre ambas formaciones.
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