El ascenso de la intención de voto a Carles Puigdemont en los sondeos de esta última semana de campaña electoral, unido al hundimiento de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y la caída de los Comuns, socios de Yolanda Díaz y Sumar, puede complicar “mucho” el gobierno tripartito de izquierda al que aspira el candidato socialista a la Generalitat, Salvador Illa, admiten diversas fuentes socialistas consultadas por Vozpópuli.
Por eso, el Gobierno está cargando duramente y a la desesperada contra la OPA hostil del BBVA al Banco Sabadell, para que las expectativas de cambio puestas sobre Illa aguanten en esta recta final, durante la cual Puigdemont gana posiciones a pasos agigantados dentro del independentismo por la debacle de la gobernante ERC; en particular, de su candidato, el actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, “muy desdibujado” frente a los otros dos candidatos.
La Moncloa, la Dirección Federal del PSOE Ferraz y el propio Illa saben que la OPA del BBVA va a ser usada por el independentismo como una “agresión” a Cataluña y su economía hasta la jornada de votación este domingo, y lo han intentado cortar de raíz poniéndose al frente de la manifestación contra la decisión del banco que preside Carlos Torres.
ERC, menos de 25 diputados
La distancia del PSC sobre Junts per Catalunya se ha estrechado hasta apenas cinco puntos de voto y “cuatro o cinco diputados” del próximo Parlament, mientras que ERC puede estar ya por debajo de los 24/25 escaños, señalan a este periódico fuentes con conocedoras de los últimos tracking electorales, ya impublicables en la última semana e campaña.
Lo cual, de confirmarse el domingo, complicaría sobremanera el tripartito de izquierda que quiere el PSC con una ERC que ya da por perdida la Generalitat y con los Comuns de la ex alcaldesa de Barcelona Ada Colau. Los republicanos de Oriol Junqueras van a quedar tan debilitados tras el 12M que apoyar la investidura del ex ministro de Sanidad puede ser “la puntilla” entre su electorado.
A Sánchez no le interesa torpedear la investidura de un Puigdemont de regreso triunfante a España para ser investido, porque eso puede significar “su salida de La Moncloa”. Palabras mayores en un PSOE que acaba salir de la conmoción que supuso la carta de su líder amagando con irse por las acusaciones a su esposa, Begoña Gómez, sin haber resuelto la sucesión
“Es cierto”, señala una de las fuentes socialistas consultadas, “en una repetición electoral ERC todavía se hundiría más, pero no podemos engañarnos: tanto si los independentistas de Junts, ERC y las CUP suman mayoría absoluta de 68 escaños, como si suman menos pero la abstención de los ultras de Alianza Catalana les permite gobernar, y por mucho que Puigdemont diga ahora que no van a pactar, la presión indepe en la calle para que ERC no entregue la Generalitat al españolismo va a ser brutal”.
Alguna de las fuentes cree, además, que llegados a ese punto, a Pedro Sánchez “no le va a interesar” torpedear la investidura de un Puigdemont de regreso triunfante a España para ser investido, porque eso puede significar “su salida de La Moncloa”. Palabras mayores en un PSOE que acaba salir de la conmoción que supuso la carta de su líder amagando con irse por las acusaciones a su esposa, Begoña Gómez, sin haber resuelto la sucesión de Sánchez.
Bloqueo también en las Cortes
Lo probable es que asistamos, prosiguen, a un tira y afloja entre los diversos actores de la política catalana hasta el verano, a favor de la investidura de Illa o Puigdemont, respectivamente, que podría dar paso a una repetición electoral en esa comunidad de persistir el bloqueo. No obstante, para Sánchez y el PSOE el riesgo de que los catalanes se vean abocados a volver a las urnas es el empantanamiento definitivo de la legislatura nacional.
Porque, “¿Qué incentivos tendrían Puigdemont y Junqueras con un Parlamento catalán bloqueado y elecciones de nuevo en otoño para retratarse apoyando los Presupuestos Generales del Estado 2025?”, admite una fuente socialista convencida de que el presidente del Gobierno quiere, aunque no lo pueda expresar, que gobierne el huido para que no le cree a él problemas en Madrid.
Para Pedro Sánchez y el PSOE no tener cuentas del Estado en 2025 sería casi sinónimo de fin de la legislatura y adelanto electoral a otoño, porque no cabe en términos de gobernabilidad, ni ante la Comisión Europea, una segunda prórroga de los presupuestos 2023
Para Pedro Sánchez y el PSOE no tener cuentas del Estado en 2025 sería casi sinónimo de fin de la legislatura y adelanto electoral a otoño porque no es sostenible ni en términos de gobernabilidad -las Cortes llevan paradas sin legislar estos primeros seis meses de legislatura-, ni económicamente ante los mercados y una Comisión Europea, una segunda prórroga de los presupuestos 2023.
Bruselas urge al Gobierno español a llevar a cabo reformas económicas estructurales de profundidad, por ejemplo, en el sistema de pensiones para garantizar su sostenibilidad y reclama ya un recorte -o nuevos ingresos- por valor 11.700 millones en los Presupuestos del Estado para 2025 porque las cuentas que envió el anterior ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, no cuadran.
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