El PSOE ha dado marcha atrás en su idea de limitar el acceso de periodistas a las cámaras en su intento de que se revisaran las reglas que se aplican para la concesión de acreditaciones a los medios de comunicación para acceder a las cámaras. Si el pasado 29 de enero los socialistas se dirigían al Congreso y al Senado instando a la revisión de dichos filtros para impedir el acceso a las Cortes a lo que el partido definía como "pseudoperiodistas", ahora el grupo socialista en el Senado, mediante un escrito firmado por su portavoz, Juan Espadas, ha presentado un escrito en el que solicita la retirada de tal petición.
El objetivo inicial de vetar a profesionales que, según el PSOE, falsean la información y fomentan "discursos de odio" partió del director de Comunicación del PSOE, Ion Antolín, que fue el que remitió sendos escritos a las Direcciones de Comunicación y las Mesas de cada una de las Cámaras legislativas.
En esos escritos, Antolín alertaba de que, con su actual política de concesión de acreditaciones, las Cámaras han abierto la puerta a supuestos periodistas que en realidad "no lo son" y mantienen unas actitudes poco o nada conformes a esta definición, "tanto dentro como fuera de las dependencias de ambas Cámaras".
"No queremos que nadie confunda a los verdaderos periodistas, perjudicando a estos, en particular los que realizan su actividad desde la sede de la soberanía nacional, de cualquier clase de medio, que se ajusta a nuestras reglas deontológicas y que hacen su trabajo a diario con honestidad, con los pseudomedios y los pseudoperiodistas que los representan", argumenta.
El PSOE apuntaba a una serie de medios -a los que no acredita en Ferraz ni en el Complejo de la Moncloa- porque entiende que participan de las movilizaciones que se han venido organizando en el entorno de la sede de Ferraz en contra de la amnistía, especialmente en el acto de la pasada Nochevieja.
Las asociaciones profesionales se desmarcaron
Según lo expuesto por Antolín, estos "pseudomedios" han "dirigido su mirada hacia el PSOE y los partidos de izquierdas, sus representantes y sus militantes", pero pueden ir a más ya que "solo alimentan y difunden contenidos que no respetan la obligación de información veraz y pueden suponer discursos de odio que provocan crispación y ataques hacia diferentes colectivos como los inmigrantes, las mujeres y los colectivos LGTBI".
Pese a que la dirección socialista trató de recabar el apoyo a su iniciativa de las organizaciones profesionales de prensa, estas (Asociación de la Prensa de Madrid (APM), Federación de Asociaciones de Prensa (FAPE) y Asociación de Periodistas Parlamentarios) se desmarcaron de la misma significando que "su misión no es dar o retirar acreditaciones".
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