Nervios en un PSOE que ve cómo el Gobierno bonito que formó Pedro Sánchez hace solo tres meses está hoy en entredicho. Muchos empiezan a rumiar que de ésta solo salen convocando elecciones, y la publicación del barómetro de agosto del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) con señales "inquietantes" de desgaste -cinco puntos menos en intención directa de voto respecto a julio- les mueve a concluir que el presidente del Gobierno debería hacerlo ya.
En la Moncloa y en la Dirección Federal se ha puesto a circular la especie de que el "ruido" obedece a una "conspiración" de la derecha política y mediática para hacer imposible la alianza con Podemos, pero, según se acude a los territorios o se consulta en el Grupo Socialista, la visión cambia.
Y no solo porque opinen que buena parte del ruido proviene de "errores" propios -el máster de Carmen Montón, el veto de Margarita Robles a vender misiles a Arabia Saudí o, ahora, las conversaciones de la ministra de Justicia con el ex comisario José Manuel Villarejo-, sino porque ven "normal" que la oposición haga oposición.
"Es cierto que PP y Ciudadanos no nos lo están poniendo fácil, pero ¿qué esperaban?", se preguntan diputados y alcaldes consultados por Vozpópuli. Hoy en la reunión semanal del Grupo Socialista ha habido un "cierre de filas" con el gabinete porque se considera que la presidenta del Congreso, Ana Pastor, no se está comportando como tal sino como presidenta de parte.
Díaz contiene la respiración para que Sánchez no firme al volver de EE.UU. el decreto de convocatoria de elecciones generales el 25 de noviembre, junto con las andaluzas
Los barones, empezando por la andaluza, Susana Díaz, que afrontará elecciones autonómicas previsiblemente este 25 de noviembre, temen que un descalabro del Gobierno central antes de tiempo les pase factura. Por eso, más que callados, andan "conteniendo la respiración", dice un diputado con trienios de experiencia.
Se intuye en los ambientes socialistas que habrá elecciones generales anticipadas porque "esto no aguanta muchos meses más" y todos están calculando cómo les puede afectar menos. A partir de ahí, los intereses divergen.
¿Elecciones?
Díaz y buena parte del PSOE-A rechazan hacerlas coincidir con las suyas, las andaluzas este 25 de noviembre, mientras que barones y alcaldes de otros territorios no quieren oír hablar de un superdomingo electoral el 26 de mayo. Los españoles se verían obligados a votar ese día hasta en seis urnas: Congreso, Senado, Parlamento Europeo, Parlamento Autonómico, alcalde y concejos o consells/cabildos (en las islas).
Éste fin de semana, según algunas fuentes, la presidenta de la Junta firmará el decreto de disolución del Parlamento y Sánchez vuelve de Estados Unidos el sábado, con lo cual llega a tiempo de disolver las Cortes para el 25 de noviembre. De ser así, Díaz no tendrá las elecciones "con acento andaluz" que lleva pidiendo desde hace dos meses cada vez que tiene un micrófono a mano.
El Gobierno no puede permitirse la dimisión de un tercer ministro sin entrar en caída libre; por eso, en el PSOE se especula con el adelanto electoral a este otoño
Con el principal socio, Podemos, exigiendo ya la dimisión de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, por sus relaciones con el excomisario José Manuel Villarejo, ahora mismo todo está "abierto", admiten diversas fuentes.
Porque ni Sánchez ni ningún presidente del Gobierno se puede permitir la dimisión de un tercer ministro -tras Màxim Huerta y Carmen Montón, ahora la titular de Justicia- sin entrar en caída libre. "Es preferible explicar a los españoles que lo hemos intentado y pedirles una mayoría suficiente para poder gobernar. Creo que lo entenderían", señala un exparlamentario.
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