Un sector del PSOE no descarta a día de hoy que la inacción del Gobierno contra el presidente de la Generalitat, Quim Torra, podría costar a Pedro Sánchez la victoria en las elecciones del 10 de noviembre si la situación del orden público en Cataluña acaba yéndose de las manos y la sigla continúa bajando en los sondeos (y el PP sigue subiendo).
Ocurra o no lo que hoy es una posibilidad remota, reconocen diversas fuentes a Vozpópuli, lo que cada vez resulta más factible es que el bloque formado por el PP, Ciudadanos y Vox sume más que el de PSOE, Unidas Podemos y Más País, "con lo cual tendremos un problema de gobernabilidad peor que el de ahora porque la investidura ya solo será posible con el voto a favor de ERC o con la abstención del PP".
El presidente en funciones está inmerso en una 'tormenta perfecta': no puede asumir al amparo de la Ley de Seguridad Nacional (LSN) el mando de los Mossos d'Esquadra, como le exigen PP y Ciudadanos, mientras ese cuerpo cumpla su función y se coordine con la Policía y la Guardia Civil, pero al votante de toda España le siguen llegando impactantes imágenes de disturbios. "Y todavía llegarán más de la huelga general este viernes, y de las manifestaciones de la semana próxima".
"Lo único que sabe la gente es que Barcelona el martes estaba ardiendo y echa la culpa a quien gobierna, sea quien sea", se lamenta un destacado socialista
El partido en su conjunto respalda a Sánchez como el único que puede tomar semejante medida, que "acabaría condicionando todo el mandato por su excepcionalidad", pero algún cargo territorial advierte de antemano: "La gente no discrimina, no sabe si la competencia es de Torra o nuestra. Lo único que sabe es que Barcelona anoche estaba ardiendo y echa la culpa a quien gobierna, sea quien sea".
Frente a ese temor, sustentado por la sensación de que el tour de entrevistas del presidente no ha logrado mover el voto socialista, Ferraz y la Moncloa defienden que la imagen presidencial de Sánchez haciendo frente al desafío catalán, unida al éxito de la exhumación de Francisco Franco, acabará haciendo que las siglas del PSOE despeguen en las encuestas previas al 10-N. Y además, señalan, queda el debate televisivo entre los líderes de las cinco principales fuerzas políticas.
El lunes, nada más conocerse la sentencia del procés dictada por la Sala II del Tribunal Supremo, compareció en la Moncloa ante los periodistas, y este miércoles, 48 horas más tarde, tras los disturbios del martes por la noche, convocó a los líderes de los tres principales partidos de oposición para articular una respuesta institucional a los disturbios y volvió a comparecer en rueda de prensa.
Preocupación por el PSC
Aún así, no son pocos los dirigentes y exdirigentes socialistas que, a la luz de los acontecimientos, ven ratificado su pronóstico previo de que "era una locura convocar elecciones con esa sentencia en medio del calendario"; y que además "los pactos del PSC con Junts per Catalunya y con ERC debilitan mucho la posición del PSOE ante este escenario".
El resultado del PSC el 10-N es, precisamente, de los asuntos que más preocupan ahora mismo en Ferraz y también a los consultados por este periódico, ya que los estudios preelectorales del PSOE señalaban que en Madrid y Cataluña es donde el partido puede crecer sobre los 123 escaños que logró en toda España en las elecciones generales del 28 de abril.
Los últimos sondeos, antes de esta situación, ubicaban al PSC por encima de ERC, aportando a la victoria de Pedro Sánchez quince diputados socialistas catalanes en lugar de los doce que logró en abril. Una caída de los de Miquel Iceta bajo la 'pinza' del debate soberanista del independentismo, de un lado, y PP y Ciudadanos de otro.
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