Las denominadas mujeres del PSOE, no solo militantes con carné sino todas aquellas encuadradas en organizaciones satélite del partido, tales que la Federación de Mujeres Progresistas, Enclave feminista, Themis y otras con las cuales Pedro Sánchez se reunió este jueves, no quieren "ni oír hablar" de ceder a Unidas Podemos las políticas de igualdad en otro hipotético gobierno de coalición, reconocen a Vozpópuli diversas fuentes. Y así se lo han hecho saber al presidente en funciones.
Lo que no quieren es que Sánchez vuelva a poner sobre la mesa de negociación en agosto el llamado Ministerio de Igualdad bajo una vicepresidencia social que iba a ocupar Irene Montero en la fallida investidura de julio.
#ÚLTIMAHORA | Según ha podido saber laSexta, Sánchez no cederá ni ofrecerá competencias en Trabajo, Hacienda, Transición Ecológica ni en Igualdad a Unidas Podemos https://t.co/4tDYltpy14
— laSexta Noticias (@sextaNoticias) July 24, 2019
En el origen del rechazo de esos colectivos está la posición antagónica sobre la prostitución que mantienen ambas partes: el PSOE propone abolirla y perseguir penalmente no solo a los proxenetas y la trata de seres humanos, sino también a los clientes, mientras que los morados no descartan legalizarla. Es más, cuando, en la pasada campaña electoral, el círculo feminista de Podemos propuso abolir la prostitución, Pablo Iglesias y la dirección no reconocieron su comunicado porque "ni siquiera esa posición que defiende el comunicado es mayoritaria" en ese círculo. "Sigue habiendo debate", se justificaron.
Alarma en el PSOE
Por eso, en ese ámbito se desató la alarma entre el jueves 24 y viernes 25 de julio, fecha de la segunda votación, cuando vieron que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la negociación in extremis para salvar la investidura que mantuvo con el coordinador general de IU, Alberto Garzón, propuso que las políticas de Igualdad quedaran bajo la vicepresidencia social. Lo cual fue ratificado por la vicepresidenta, Carmen Calvo, en su posterior cita con Pablo Echenique.
Para buena parte del PSOE y del Gobierno, Podemos "no es de fiar" y daría muchos dolores de cabeza a la coalición por sus constantes cambios de postura
Tras el fracaso de la votación del 25 de julio la versión que corrió como la pólvora es que, en realidad, Calvo nunca quiso desprenderse de su actual competencia sobre las políticas de igualdad, pero lo cierto es que en esas horas cruciales las mujeres socialistas le hicieron ver a ella y a la vicesecretaria general, Adriana Lastra, el "error" que estaban a punto de cometer.
El problema, aseguran las fuentes consultadas, es que al haber dado por buena Sánchez la propuesta que luego retiró de la mesa, para Podemos ya es terreno conquistado en esta segunda negociación. "Y no son de fiar", asegura a este periódico una ex dirigente socialista. "Tu negocias con el PP un proyecto de ley y va a misa, pero con Iglesias y los suyos, a la media hora te pueden llamar por teléfono para decirte: de lo hablado, nada".
En esas circunstancia, admiten varios de los consultados, dejar en manos de los morados, y de Irene Montero en particular, las políticas de igualdad, sería abonarse a un "conflicto permanente" de propuesta y rectificación como el que tiene la propia Podemos en su seno. Por ejemplo, En Comú Podem, el socio catalán, es abiertamente partidario de la legalización mientras el Círculo Feminista quiere abolirla, como el PSOE.
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