El PSOE se coordina con Sumar en su cruzada contra los medios críticos y la Justicia. Ambas formaciones han mantenido este jueves un encuentro para arrancar la mesa de seguimiento de la coalición. Y en un comunicado conjunto, explican que "se creará un grupo de trabajo consensuado entre ambas formaciones para desarrollar medidas de regeneración democrática". Es decir, la idea de ambas formaciones es empezar a perfilar cambios que afecten a los medios de comunicación para controlar la difusión de lo que consideran bulos y al Poder Judicial.
La cita, de casi 3 horas y a la que han acudido por parte del PSOE María Jesús Montero, Félix Bolaños, Rafael Simancas y Esther Peña y por parte de Sumar Ernest Urtasun, Virginia Uzal, Joaquín Pérez Rey y Lara Hernández, también ha servido para plasmar la necesidad de reconocer cuanto antes al Estado palestino; algo que previsiblemente ocurrirá la próxima semana. Los socialistas y el partido de Yolanda Díaz se comprometen a mantener encuentros bimensuales.
Sánchez ha elevado su cruzada contra los medios críticos a categoría de “gran causa nacional”, según explicaron fuentes gubernamentales de la más estricta confianza del presidente del Gobierno. El jefe del Ejecutivo, explican estas fuentes, va empezar un proceso de lucha contra lo que considera bulos que "va a durar tiempo". "No lo puede hacer solo el Gobierno", zanjan en Moncloa, dando a entender que buscarán la coordinación y las propuestas de la mayoría de partidos que le mantienen con vida en el Congreso. Y en estas aparece Sumar.
En cualquier caso, todo parece indicar que el presidente del Gobierno está decidido a atajar los problemas que le causan los "pseudomedios de comunicación" y a doblar el pulso al PP con la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que se antoja una quimera tras la intermediación fracasada de la Comisión Europea. Según las fuentes consultadas, Sánchez puede retomar el plan de cambiar la mayoría parlamentaria necesaria para la actualización de la cúpula judicial de los dos tercios actuales que le obligan a pactar con el PP a la mayoría simple que le garantizaría contar solo con la suma de partidos que le apoyaron en la investidura.
El 5 de febrero, Sumar remitió una carta al PSOE, dirigida a los números dos y tres, María Jesús Montero y Santos Cerdán. En ella solicitaron convocar a las personas que deberán formar parte de la comisión permanente de seguimiento del acuerdo de coalición a una reunión para constituir la mesa formalmente y hacer un primer análisis del funcionamiento de la relación entre los dos socios en Moncloa.
La reacción entonces de los socialistas fue de hilaridad. Hasta el punto de que fuentes gubernamentales socialistas descartaron que fuera a crearse mesa o comisión alguna. Estas mismas fuentes emplazaron a Díaz a pedirles un encuentro cuando lo estime oportuno. Pero a la cita de este jueves en la Carrera de San Jerónimo no han acudido ni el presidente del Gobierno ni la vicepresidenta segunda.
Una fuente de mucho peso en Ferraz explicó, en conversación con este diario: "No entendí la petición [de Sumar]. Parecía que lo que querían era verbalizar al público que se quieren reunir. Pues que digan dónde se quieren reunir y nos reunimos. Daba la sensación de que querían transmitir que hay problemas o mal rollo pero [en la carta] no decían que hubiera problemas... En fin, que nos reuniremos, pero si ya estamos todo el día reunidos".
La foto llega en un momento particularmente difícil para Sumar. Y no es más que una cesión socialista a un ruego de Yolanda Díaz para que su partido gane visibilidad mediática y política a menos de un mes de las elecciones europeas del 9 de junio. Si algo demuestra la situación en la que se encuentra Yolanda Díaz, como resumen altas fuentes socialistas, es que el peso de la legislatura lo lleva el PSOE y el presidente del Gobierno no va a darle oportunidad de armar ruido. Tampoco de colgarse medallas.
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