Juanjo Puigcorbé no es el primer cargo político de la Diputación de Barcelona señalado por sus funcionarios. Unos comentarios anónimos que denuncian el trato inadecuado que el actor da supuestamente a sus subordinados han enterrado su carrera política. ERC le ha expulsado de su grupo tanto en el Ayuntamiento como en la Diputación. Puigcorbé ha decidido conservar el acta. No dimite y denuncia la indefensión a la que, a su juicio, se ha visto sometido en este proceso. “No quiero hacer daño a nadie, pero tampoco que se me cuelgue un sanbenito injusto. Me quedo para defenderme”, dice en conversación con Vozpópuli.
Puigcorbé (Barcelona, 1955) fue el fichaje estrella de ERC para las municipales del 2015, en las que iba como número dos en la lista de la formación republicana en Barcelona. Fue una incorporación controvertida. Puigcorbé se había significado políticamente como un partidario de las tesis federalistas del PSC. El paso a ERC completaba su giro hacia el independentismo. El cambio llegó a límites insospechados. El intérprete catalán dejó de ser Juanjo y pidió que le llamasen Joan Josep. Puigcorbé ha pasado los últimos tres años trabajando en el área de Cultura, cada vez más alejado personal y políticamente del líder del partido en el Ayuntamiento, Albert Bosch. La relación entre Bosch y Puigcorbé nunca ha funcionado.
No es la primera vez que una denuncia de acoso laboral se lleva por delante una carrera política en la Diputación de Barcelona. Son casos diferentes, pero muy seguidos en el tiempo y resultado casi idéntico. Lo que ha ocurrido en las últimas tres semanas es difícilmente explicable, según la versión del actor. El 8 de junio, ERC convocó a Puigcorbé a una reunión urgente. El partido le informó de que varios empleados de la Diputación habían sembrado dudas sobre sus métodos de trabajo y un excesivo autoritarismo. En concreto, un informe le acusa de crear situaciones de “menosprecio” y fomentar “nervios y estrés en su equipo”. Según ha sabido Vozpópuli, la Diputación trasladó extraoficialmente la denuncia al resto de grupos, que no accedieron al contenido del documento.
"Hay gente que se cree un poco divo y que los funcionarios están a su servicio y no es así"
Dimite y rectifica
La situación era grave y el actor se comprometió a dimitir. Pero después de darle una vuelta y pedir información sobre las quejas contra él, Puigcorbé rectificó y comunicó a ERC que se quedaba. Un día después de dar marcha atrás, el informe apareció publicado en varios medios catalanes. Ningún juzgado le investiga y no está imputado. Las frases de ese documento le cuestan el cargo. ERC le expulsa. Puigcorbé se queda.
“Lo que está claro es que alguien ha querido hacerme daño”, asegura. “Soy una persona entusiasta y trabajadora. Me gusta todo lo que tiene relación con la cultura. Es mi labor. He estado en actos por toda la provincia. Puede ser que haya hecho trabajar a mi equipo más de la cuenta y también es cierto que al ser conocido he recibido más volumen de trabajo. Hacíamos más cosas con menos recursos humanos. Trabajo intenso, sí. Pero de ahí a no sé qué denuncia”, añade.
El actor no se atreve a señalar al filtrador ni tampoco culpar al partido, pero apunta a su entorno más cercano. Puigcorbé dice que todo el escándalo proviene de una encuesta de salud y protección laboral que se circula habitualmente entre los funcionarios. Se trata de un método importado del norte de Europa. Los funcionarios responden un cuestionario con varias preguntas de sí o no y al final pueden hacer observaciones. Una empresa externa hace una evaluación y los resultados se utilizan de forma confidencial para arreglar posibles disputas. No es un método pensado para sancionar, sino para buscar soluciones terapéuticas.
“No hay precedentes de una filtración de este tipo en la historia de la Diputación”, dice Puigcorbé. “Que alguien considere que soy una persona autoritaria es una apreciación anónima y subjetiva. La forma en la que se ha magnificado esto no tiene fundamento. Alguien ha tenido mucho interés en que dimita. Cuando a principios de junio dije que dimitía no pasó nada y cuando digo que no me marcho entonces se arma el pollo”.
El caso ha estallado en un momento muy delicado para la Diputación de Barcelona. Hace un mes, la Policía arrestó a unas 30 personas en una macroperación por un presunto caso de corrupción. Los investigadores sospechan del presunto desvío de dinero público a través de subvenciones irregulares. La mayoría de estos fondos, según la investigación, eran de cooperación al desarrollo y se malversaron en la anterior legislatura, con Convergencia al frente del Ayuntamiento y la organismo supramunicipal.
'Mobbing' en la anterior legislatura
La Agencia de Salud Pública de Barcelona, organismo dependiente de la Generalitat y del Ayuntamiento, recogió en un informe fechado en 2015 que un buen número de funcionarios y técnicos de la Diputación denunciaba prácticas de mobbing (acoso laboral) en su departamento. Según el informe, el origen de esos problemas laborales tenía que ver precisamente por las supuestas irregularidades cometidas en el reparto de fondos de la cooperación al desarrollo.
La Diputación de Barcelona creó que una comisión de investigación para esclarecer lo ocurrido durante la anterior legislatura (2011-2015) con CiU al frente. La mayoría de las denuncias provenía de la CUP y el sindicato CGT. Ellos señalaron también el presunto fraude de las ayudas, que cristalizó en la operación de mayo de este año.
"Hubo una denuncia de abuso contra una persona que acabó saliendo a otra administración", dice una persona de dentro de la Diputación que prefiere guardar el anonimato. "Después de aquello, el caso de Puigcorbé era mucho más sensible. Creo que hay gente que se cree un poco divo y que los funcionarios están a su servicio y no es así".
"Que alguien considere que soy autoritario es una apreciación anónima y subjetiva. Alguien ha tenido mucho interés en que dimita"
Desengaño con la política
Sin embargo, Puigcorbé desvincula aquel episodio de lo que le está pasando. El actor insiste en que le han "apuñalado" desde dentro. "Es una situación de indefensión absoluta, fuera de lo normal. Y he pagado el pato", dice. Puigcorbé explica que quiere agotar la legislatura el grupo de no adscritos. "Tengo un compromiso y soy independiente. Eso es lo bueno y lo peligroso también", advierte.
Puigcorbé admite que la política no es lo que imaginaba. Hasta ahora, dice, había tenido disgustos, pero esto es un primer desengaño. "Había oído que pasaban estas cosas y lo había visto en las películas, pero es que ahora lo he vivido en primera persona", explica. "Me gustaría tener la piel de cocodrilo pero un artista no puede. Es un primer desengaño, un disgusto grande, porque no he podido defenderme".
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