Carles Puigdemont y Oriol Junqueras prosiguen su particular guerra fría de movimientos y zancadillas soterradas para auparse con el liderazgo del independentismo catalán. Tras renunciar ambos a seguir en el Parlament catalán, todo indica que los líderes de Junts per Catalunya (JxCat) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) dirimirán sus disputas políticas lejos el uno del otro.
Junqueras lo hará desde la cárcel, con el acta de diputado nacional debajo del brazo, pero sin poder ejercer como tal si el Supremo, tal y como parece, sigue la 'doctrina Llarena' y le suspende de sus funciones tras prometer su cargo en el Congreso el próximo 21 de mayo y mientras esté en prisión preventiva.
El presidente de ERC se despidió la semana pasada del Parlament, en el que ha estado de diputado desde 2012, con una carta escrita desde su celda de la cárcel de Soto del Real (Madrid) que fue leída por un compañero suyo de bancada. “Volveré y nos reencontraremos, porque ganaremos”, afirmó en la misiva Junqueras, quien auguró que “la democracia, la justicia y la libertad siempre gana”.
El líder de ERC también aspira a salir elegido eurodiputado y tiene muchas posibilidades de conseguir escaño el 26-M, pero no podrá compatibilizar su condición de diputado español –aunque esté suspendido por el Supremo- con el acta de la Eurocámara. Deberá elegir entre una y otra condición antes del 2 de julio ya que ese día se constituirá en Estrasburgo el nuevo Parlamento Europeo.
En ese momento ya habrá concluido el juicio que se sigue en el Supremo. El tribunal confía en dejarlo visto para sentencia a mediados de junio y lo previsible es que los procesados continúen en la cárcel, como mínimo, hasta la lectura de la sentencia en otoño a tenor de los cargos de los que se les acusa y ante el riesgo de fuga como hicieron otros consellers de Puigdemont en el pasado.
Con este panorama, Junqueras se inclina por mantener el cargo de diputado español antes que embarcarse en un proyecto europeo de incierto futuro y en el que tendría todas las que perder ante la presencia de Puigdemont en Estrasburgo o Waterloo, según fuentes de su partido consultadas por Vozpópuli.
La táctica de Puigdemont
El expresident también anunció ayer desde su autoexilio de Bélgica que renunciaba a su acta de diputado catalán, por lo que no podrá aspirar a sustituir a Quim Torra y volver a dirigir la Generalitat en esta legislatura ya que sólo pueden aspirar a este cargo los diputados catalanes en ejercicio.
Su plan consiste en lograr el acta de eurodiputado el 26-M en la lista de JxCat –el CIS así lo indicaba en su último sondeo- y pleitear con España la exigencia de ir al Congreso a mediados de junio para recoger su credencial comunitaria. Al no haber precedentes judiciales de tal insubordinación, el expresident confía en crear jurisprudencia con su caso desde las instancias europeas. ¿Cómo?
Tras los comicios y siendo eurodiputado electo, Puigdemont baraja plantear un recurso ante el Tribunal Constitucional para que se le permita asumir su condición de eurodiputado fuera de España y ante la previsible negativa del alto tribunal, irá al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
La respuesta de Borrell
El ministro en funciones de Asuntos Exteriores y candidato del PSOE a las elecciones europeas, Josep Borrell, ya le intentó ayer para los pies advirtiéndole de que si quiere recoger el acta de eurodiputado, en caso de ser elegido, deberá hacerlo "de acuerdo a Derecho", esto es, yendo a Madrid a acatar la Constitución antes de estar cubierto por la inmunidad parlamentaria.
"Las cosas se harán de acuerdo a Derecho, esas cosas no son caprichosas, están regladas por las normas y las normas están para cumplirlas", indicó Borrell a la prensa en Bruselas, al ser preguntado por las intenciones del cabeza de lista de JxCat.
Puigdemont y sus abogados sostienen que si gana un escaño en las elecciones al Parlamento Europeo gozará de inmunidad europarlamentaria desde el momento en que se confirmen los resultados, lo que le permitiría desplazarse a la sede de la Junta Electoral Central en Madrid y cumplir los trámites que recoge la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (Loreg) sin ser detenido.
Si no hay una opinión más fundada en Derecho, esto es lo que se va a aplicar por parte de las autoridades electorales
Sin embargo, los servicios jurídicos de la Eurocámara concluyeron en un informe el pasado abril que "su presencia en Madrid (sede de la Junta Electoral Central) es obligatoria para acatar la Constitución española y poder ser incluido en la lista comunicada por las autoridades españolas al Parlamento europeo".
El análisis jurídico también precisaba que la protección que cubre a un eurodiputado de acuerdo al artículo 9 del reglamento de la institución "tendrá efecto para el nuevo eurodiputado electo a partir del 2 de julio de 2019 a las 10:00 horas", momento en que se constituirá la nueva Eurocámara y se aplicaría su inmunidad.
"Si no hay una opinión más fundada en Derecho, esto es lo que se va a aplicar por parte de las autoridades electorales", advirtió Borrell al respecto, tras recordar la existencia del informe de la Eurocámara que perjudica a Puigdemont.
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