Puigdemont quiere nuevas elecciones. Junqueras, no. Puigdemont quiere ir a la cabeza de una lista de unidad. Junqueras se niega. Intentaría incluso figurar al frente de una candidatura de ERC. Todo está pendiente de que los secesionistas logren un acuerdo para formar un 'Govern' efectivo antes del 22 de mayo. Caso de no conseguirlo, habrá convocatoria electoral.
El expresidente fugado apuesta, sin mencionarlo, por los comicios. Hasta el momento no ha dado muestra alguna de buscar una solución al actual bloqueo. En su mano está avalar una candidatura sin problemas con la Justicia. No parece por la labor. Insiste en mantener su propia investidura, totalmente inviable según los tribunales.
ERC pretende salir del embrollo cuanto antes. El famoso 'plan D', un presidente 'limpio' para superar el atasco institucional. Hay un muestrario completo de nombres posibles. Ninguno, hasta el momento, tiene las bendiciones oportunas. Puigdemont calla y la CUP sólo apoyaría a Puigdemont.
Este Sant Jordi hubo un leve gesto hacia el desbloqueo. Toni Comín, fugado en Bélgica, desveló que ha solicitado a la Mesa del Parlamento la delegación de su voto. En el caso de que tal paso se concretara, los independentistas tendrían la mayoría simple en la segunda vuelta para investir un presidente. Debería, eso sí, no tener problemas con la Justicia.
Desunión en el bloque secesionista
Llegado el caso de que no se solvente la elección de un 'president' sin cortapisas judiciales, Oriol Junqueras ha comentado a alguno de sus visitantes en Estremera que estaría dispuesto a presentarse de nuevo a unas elecciones. Plantarle cara a Puigdemont. Rechazar la propuesta de una plataforma de unidad de todos los independentistas. El bloque 'anti 155' está menos unido que nunca.
Sería una especie de venganza a lo ocurrido el 21D cuando ERC, contra pronóstico, resultó derrotada por JxCat por una diferencia de dos escaños. La última encuesta publicada, la de La Razón, concede a los republicanos una ventaja de dos puntos y un escaño sobre sus directos rivales.
El líder republicano no tendría problemas legales pasa presidir una candidatura. Los prófugos y los presos del 'procés' podrían perder su condición de diputados si así lo estima el juez Llarena, pero no tendrían problemas para ser candidatos. Sus derechos de sufragio pasivo están intactos a estos efectos, según fuentes judiciales.
Esta posibilidad, que ahora mismo agitan desde ERC, debería forzar al expresidente prófugo a replantearse su estrategia. Puigdemont pretende que el bloque separatista concurra unido, bajo una candidatura común, que se denominaría "Movimiento 1-O", según algunas versiones. El paso necesario para que esta posibilidad avance sería acordar la designación de un postulante que no se encuentra con el rechazo del Supremo o el Constitucional.
En el caso de que no se logre formar Gobierno, todo es posible. El núcleo duro de Berlín, los asesores del expresidente, están dispuestos a todo. Apurar las fechas para forzar una investidura fallida, la cuarta, y luego ir a las elecciones con el argumento de que es culpa de "los poderes de Madrid", como dijo días atrás Artur Mas. ¿Otro choque Puigemont-Junqueras en el horizonte? Nadie lo descarta. Faltan 30 días para la hora de la verdad.
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