Mariano Rajoy decidió darle la réplica a Irene Montero, portavoz del grupo de Podemos, hace quince días, según desvelan fuentes del PP. Fue la gran sorpresa en la apertura de la jornada de la moción de censura en la que la bancada popular no ocultó su satisfacción por el paso de su presidente.
Desde hace quince días preparaba Rajoy su intervención en la moción de censura. Recibía documentación de sus ministros y los consejos de algunos, muy pocos de sus colaboradores. El secreto se mantuvo hasta el fin de semana último, cuando Rafael Hernando, portavoz del grupo en el Congreso, deslizó que el presidente tenía previsto intervenir. En privado se apuntaba desde Moncloa en esa dirección, con la salvaguarda de que "con Rajoy nunca se sabe".
¿Quién replicó a quién?
El presidente había decidido no sólo replicar a Pablo Iglesias, algo con lo que algunos contaban, sino que también había asumido desde el primer momento la misión de responder a Irene Montero. Golpe de efecto redondo. Ni una filtración, ni una sospecha. Con un doble resultado. Rajoy descolocaba a todos los grupos, incluido el suyo, y de paso intervenía antes que Iglesias, con lo que el líder de Podemos en lugar de llevar la iniciativa, parecía darle la respuesta a Rajoy. Una táctica que dio buen resultado.
Pocos miembros del Gobierno y menos, aún, muy pocos diputados conocían esta noticia. Los ministros llegaban al Congreso con carpetas bajo el brazo por si se les convocaba a la tribuna de oradores para intervenir en cualquier momento del debate. No hizo falta.
Podemos es cosa mía, había dicho a sus más fieles colaboradores el presidente. La teoría apuntaba a que Soraya Sáenz de Santamaría se las viera con Montero, con quien choca en las sesiones de control con abierta ventaja en favor de la vicepresidenta. Luego sería Rajoy quien respondiera a Iglesias y finalmente Rafael Hernando haría lo propio al final de la sesión.
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