El pacto con Ciudadanos es prioritario y no se toca. Las instrucciones de Mariano Rajoy son claras y precisas. La fuerte tormenta que se ha levantado en el PP tras el dramático fallecimiento de Rita Barberá ha producido duros enfrentamientos internos y una marejada pública de enorme intensidad. El partido ha vivido desde entonces sumido en una profunda conmoción, traducida en reacciones muy viscerales, tanto contra el nuevo equipo de Génova, como contra el pacto anticorrupción suscrito con Ciudadanos, determinante a la hora de dar de baja de su partido a Barberá.
“Hay que abrir una profunda reflexión sobre lo ocurrido y sobre si vamos por el camino corecto”. Las palabras de Rafael Hernando, portavoz del grupo parlamentario, abrieron las puertas de la sospecha, en la mañana del viernes, sobre la posibilidad de que el PP se esté planteando revisar su acuerdo de anticorrupción con Ciudadanos, dentro del pacto de investidura que incluía 150 medidas.
Varios dirigentes populares, con el expresidente Aznar a la cabeza, se han pronunciado públicamente en forma muy crítica sobre la actuación del PP con la veterana exalcaldesa desaparecida. “Nos hemos saltado nuestras propias normas por culpa del acuerdo con Ciudadanos”, decían algunos. “Sin ese pacto, Rita seguiría siendo del PP, pero Rajoy a lo mejor no era presidente”, reprochaban otros. La dirección de Génova forzó en septiembre su expulsión antes de que se le abriera juicio oral, en contra de lo que precisa el código ético del PP. El pacto con Rivera, sin embargo, impone taxativamente que en cuanto un político sea investigado, ha de dejar el cargo y el partido.
Una amplia reflexión
“Los pactos están para cumplirse”, declaró, firmemente Íñigo Méndez de Vigo, portavoz del Ejecutivo tras el Consejo de Ministros. “El fallecimiento, triste y doloroso de Barberá nos tiene que mover a reflexionar sobre estas cuestiones”, añadió. Ni un paso más. El pacto no se toca, comentan fuentes de Moncloa. Una cosa es invocar a la reflexión y otra, bien distinta, dinamitar acuerdos políticos. Es preciso buscar un ‘equilibrio’ entre la presentación de una demanda y la presunción de inocencia, añadía el portavoz. Una exhortación amplia y genérica a todas las fuerzas políticas, incluído el PSOE, que también tuvo que expulsar de sus filas a Griñán antes de la apertura formal de su procesamiento.
Ciudadanos se muestra inflexible en este punto. Su ‘número dos’, José Manuel Villegas, lo dejó muy claro al señalar que no piensan variar lo suscrito sobre este asunto tanto con el PP en Madrid como con los socialistas en Andalucía. Albert Rivera no ha hecho declaraciones sobre el fallecimiento de Barberá. Eludió a los periodistas en el Congreso en la mañana trágica de los acontecimientos. Villegas acudió al mediodía del viernes a Moncloa convocado por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Fue ‘descubierto’ a su salida por los periodistas que cubrían el Consejo de Ministros. No dijo nada. La vicepresidenta, tampoco.
Las instrucciones de Rajoy son estrictas. Invitación a reflexionar sobre estos hechos, tranquilidad en la organización y absoluto respeto a lo suscrito con Ciudadanos. Las negociaciones sobre los presupuestos están en marcha. Esta semana próxima se reúne el Consejo Económica de Política Fiscal y Financiera, primer paso para sacar adelante los presupuestos. Soraya estará presente en el encuentro con los consejeros autonómicos. El presidente del Ejecutivo no quiere, en este delicado momento, ningún tipo de fricciones con la formación naranja. Moncloa da por hecho que el cimbronazo que ha convulsionado a su partido por la trágica muerte de Rita Barberá irá amainando.
Los desencuentros en entre el Gobierno y Ciudadanos son moneda corriente en estos días de intensa negociación presupuestaria. El partido de Rivera ha mostrado públicamente su perplejidad ante las posturas encontradas o diferentes que mantienen dos de los ministros del área económica del Ejecutivo. De Guindos y Montoro no se ponen de acuerdo, han señalado. Santamaría ha abordado también este asunto en su reunión discreta con Villegas, al objeto de tranquilizarle. El criterio del Ejecutivo lo fijan el presidente y sus ministros actuarán en consecuencia, como se ha comprobado estos últimos años, explicó Méndez de Vigo, en su papel de componedor de entuertos en su rueda de prensa de los viernes.
En el tercer día de luto oficial en Valencia, las colas ante el Consistorio para firmar en el libro de condolencias eran interminables. Miles de valencianos han pasado estas últimas horas por el recinto municipal para dar testimonio de su dolor por la desaparición de quien fue su alcaldesa durante un cuarto de siglo. Una ciudad conmocionada por una pérdida inesperada.