Delante del exministro de Exteriores José Manuel García-Margallo, con quien ha mantenido un debate sobre Cataluña en el Ateneo madrileño, el expresidente de la Generalitat Artur Mas ha ofrecido a Mariano Rajoy negociar las fechas del referéndum soberanista, que no tiene porqué celebrarse en 2017, ha dicho, así como las preguntas y las condiciones que podrían ayudar a que la consulta "tuviera un resultado reconocible".
Artur Mas asegura que la Constitución ha perdido la legitimidad en Cataluña
Mas ha defendido el referéndum como solución ideal para resolver el enfrentamiento entre Cataluña y el Estado a partir de dos ideas básicas: "la Constitución ha perdido su legitimidad porque no permite la separación de un territorio" y si el Gobierno sigue refugiándose en los tribunales no habrá "más que un crecimiento de la crispación y las tensiones".
El expresidente de la Generalitat ha respaldado sus argumentos recordando las seis manifestaciones celebradas en Cataluña a favor de la independencia entre 2012 y 2016, así como los resultados conseguidos por el bloque soberanista en las elecciones autonómicas de 2012, las celebradas en septiembre de 2015 y el sucedáneo de referéndum organizado el 9 de noviembre de un año antes, episodio que le ha llegado a él y a otros exaltos cargos de la Generalitat a la inhabilitación para ejercer cargo público.
Mas ha culpado del enfrentamiento al papel que jugó el Tribunal Constitucional en la reforma estatutaria promovida por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, refrendada por el 74% de síes ya que tumbó 14 artículos. A su juicio, fue entonces cuando se produjo una inflexión de la sociedad catalana que ha disparado desde entonces su desafección hacia el Estado.
La violación de la democracia
García-Margallo ha opinado que el Constitucional obró como tenía que hacerlo y que ninguno de los artículos que obligó a retocar eran sustanciales para lo que Cataluña perseguía, que era un aumento del autogobierno. A juicio del extitular de Exteriores, el detonante del soberanismo no ha sido otro que la crisis económica, aunque lo realmente grave es la reacción que ha tenido la Generalitat amenazando con romper de forma unilateral el orden constitucional.
García-Margallo ha vaticinado que Cataluña nunca obtendrá el reconocimiento internacional a su independencia
A juicio del exministro, si hubiera una declaración unilateral de independencia, no se produciría su reconocimiento internacional, Cataluña nunca sería un Estado independiente porque no la reconocería la ONU y tampoco podría ingresar en la Unión Europea. Como consecuencia de ello, ha pronosticado una caída del 10% del PIB catalán, el cierre de los mercados para esta comunidad y el regreso de su deuda a la calificación de bono basura. "Saltarse la Constitución es violar la democracia, el separatismo es un callejón sin salida que puede llevar al empobrecimiento y a la fractura interna de Cataluña", ha sentenciado García-Margallo.
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