El PP y Nueva Canarias están unidos temporalmente en su destino. Los populares necesitan el voto de los canarios para sacar adelante los Presupuestos. Y ambas formaciones, casualmente, celebran este fin de semana sus respectivos congresos. Una coincidencia oportuna. Desde el pasado 23 de abril está prevista la asistencia de Rajoy a los cónclaves del PP en Gran Canaria y Tenerife.
Aprovechará ahora esta ocasión para pensar en los presupuesto y lanzar algunos mensajes de cariño a estas tierras que tanto estima, por motivos familiares, y, por supuesto, a Nueva Canarias, el partido cuyo voto necesita. Serán discursos de amor y presión, comentan el PP canario.
Montoro ya ha empezado con los piropos y los elogios. "Canarias es un territorio muy importante". "Canarias necesita un tratamiento diferente". "Estamos abiertos a impulsar una negociación que es necesaria", declaró el ministro de Hacienda en el debate presupuestario. A Montoro no se le da bien la amable galantería. Es más ducho en la el ácido cruce de acusaciones y reproches. En Hacienda ya se ha empezado a poner los números, cifras y reclamaciones canarias sobre la mesa.
"¿Quinientos millones de euros? Está bien esa cifra", explicó el diputado Pedro Quevedo en una entrevista con esRadio. Su partido tiene la llave del presupuesto. Un solo diputado equilibrará la balanza hacia uno u otro lado. Rajoy dio en su día por hecho que ya tenía el respaldo de 175 votos 'y medio'. Ese 'medio' era el requerido y disputado voto de Quevedo. Superado el trámite del fracaso de las enmiendas a la totalidad, el equipo del PP se pone a la labor de conseguir el otro 'sí' canario. Ya tiene el de Coalición Canaria. Ese voto 176 lo encarna Quevedo y su partido está dispuesto a venderlo 'a precio de PNV', según estas fuentes.
"Cueste lo que cueste", fue la instrucción que Rajoy transmitió a su equipo durante la negociación con el PNV. Así se hizo. Mil millones de euros por diputado vasco, según las cuentas que recitaban algunos diputados populares este jueves en la sesión del Congreso. A finales de mes comenzarán las votaciones sectoriales en la Cámara Baja y, una vez culminada esta fase, el diputado Quevedo tendrá la última y definitiva palabra.
Hombre jovial, médico cirujano, nacido en Venezuela, el diputado Quedo es uno de los miembros más afables de cuantos pululan por el palacio de las Cortes. Mantiene excelentes relaciones con casi todos los grupos. Especialmente, con el PSOE al que está formalmente adscrito. También con el PP, donde consideran que no hará "jugadas raras ni apuestas imposibles". Su partido, Nueva Canarias, con cinco diputados, es la quinta fuerza del parlamento regional. Es una escisión de Coalición Canaria y apenas se sabía de su existencia, más allá de las islas, hasta que arrancó la negociación de los presupuestos. Ya en su día también se mencionó a Quevedo como posible complemento necesario para la investidura de Rajoy. No hubo caso.
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