El Gobierno lo llama 'operación distensión', 'proceso de apaciguamiento'. El PP habla de 'pactos secretos', 'acuerdos ocultos'. El diálogo en cualquier caso, avanza entre Moncloa y la Generalitat. "Vamos dando pasos, vemos pequeños movimientos", dice Elsa Artadi, la portavoz del 'Govern'. "Veo un hilo del que tirar, hay un cambio de tono", subraya Quim Torra. "Ley y diálogo", predica Pedro Sánchez. El PP pregunta cada día sobre los aspectos de ese pacto misterioso entre el Ejecutivo y los golpistas. No hay respuestas. Silencio oficial y pistas 'sospechosas', señalan desde el PP, que reclaman mano dura y el 155. Cuatro movimientos en los últimos días alimentan esta teoría.
Marlaska cede ante los Mossos. Permaneció mudo cuando el consejero de Interior, Miquel Buch, se refirió en su presencia a los 'presos políticos'. La actitud de Grande Marlaska durante la reunión de la Junta de Seguridad celebrada en Barcelona resultó sorprendente. El titular de Interior le cedió a los Mossos el mantenimiento de la 'neutralidad de los espacios públicos'. Es decir, les puso al frente de la 'guerra de los lazos'. La sede de la consejería está adornada en su frontispicio con uno de estos símbolos. La actitud de Marlaska, encogida y complaciente, provocó enormes sorpresas dado el perfil combativo que siempre ofreció el juez.
La oferta de Ana Pastor. La invitación de la presidenta del Congreso para que Quim Torra acudiera a explicarse ante la Cámara fue objeto de enorme polémica. No informó a Pablo Casado, líder de su partido. Lo sabía Moncloa, según confirmaron fuentes de vicepresidencia. Sin debate ni votación, aseguraron fuentes del 'Govern'. Una alfombra roja al presidente de la Generalitat que no se le ofrecieron a su predecesor, Carles Puigdemont. En vísperas del discurso en el que Torra tachó 'fascistas' a los jueces, al Gobierno e insultó gravemente al Rey. ¿Un favor de Pastor a Sánchez y otro guiño de Sánchez a Torra?
Los presos de Borrell. El miembro del Gobierno más beligerante con el nacionalismo destrozó su imagen y algunos esquemas. En la Diada. "Personalmente" quiere a los presos fuera de la cárcel, en libertad provisional, dijo a la BBC. Aseveró, también, sin pestañear, que Cataluña es una nación. Desconcierto en el PSOE, satisfacción en el secesionismo. Borrell, la 'bestia negra' de los golpistas, plegaba velas y daba un golpe de timón de 180 grados.
Los dineros de Meritxell Batet. El Gobierno tiene intención de mostrar enorme generosidad hacia Cataluña en los presupuestos ahora a debate. "Campeones de la austeridad", dijo la titular de Política Territorial. La distensión a través de la inversión y otros medios. Es la hora de pasar de los gestos a los hechos, dijo Batet, la ministro'puente entre Sánchez y Torra, la interlocutora con la Generalitat, la encargada de mantener enrasada las vías de comunicación con los independentistas. Infraestructuras, servicios públicos en vivienda, sanidad y educación. El menú de la distensión es amplio y sabroso.
El PP quiere conocer el precio de la distensión. Quiere saber qué le ha ofrecido Sánchez a Torra para que le mantenga en la Moncloa. Hay algunos tropezones en la 'entente', como la retirada de uina moción pro diálogo que impulsaban PSOE y PDeCat en el Congreso. Puigdemont la fulminó desde Waterloo. Demasiado conchabeo para el líder fugado que defiende la confrontación como norma. El presidente del Gobierno habla de 'referéndum de autogobierno' y Torra de 'autodeterminación'. Pero "habrá referéndum", dicen en Génova. "Nos lo encontraremos".
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