Tras un verano plácido, con los deberes hechos y una buena parte de las iniciativas del programa electoral puestas en marcha, José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, tiene por delante un curso político con bastantes asuntos que abordar. Y lo hará gracias a la mayoría absoluta que cosechó el 28 de mayo de 2023, pero con una oposición siempre atenta y el delegado del Gobierno puesto por Sánchez al acecho.
El primer Pleno del año tendrá lugar el 24 de septiembre, y volverán a saltar chispas entre el Partido Popular, Vox, PSOE y Más Madrid. El Ejecutivo de Martínez-Almeida tiene por delante tres retos troncales no solo para los próximos meses, sino también hasta el 2027, año de elecciones municipales y autonómicas en la región.
Almeida prioriza frenar los pisos turísticos
Por un lado, y de forma acuciante, frenar la implantación masiva de pisos turísticos por toda la capital. Aunque el Ayuntamiento publicó un listado con la ubicación de las 1.008 viviendas turísticas que operan con licencia en la ciudad, existen otros 13.502 pisos turísticos, según datos oficiales de la Administración, que lo hacen sin los permisos pertinentes.
Esto pone de manifiesto lo rápido que se está propagando este fenómeno tan nocivo para la mayoría de vecinos y tan lucrativo para unos pocos. Por ello, sabiendo que es una cuestión de suma importancia para los habitantes de Madrid, el Ayuntamiento anunció en el último pleno del curso medidas que ya se están ejecutando o que próximamente lo harán.
La estrategia del Ayuntamiento de Madrid se cimenta en tres grandes puntos. El primero, las sanciones económicas. El Consistorio lleva sancionando desde el mes de abril con multas de 30.000 euros a las VUT ilegales, y ya van "más de 170" interpuestas, lo que eleva el montante recaudado a más de 5,2 millones de euros.
El alcalde Almeida aseguró que se están tramitando "decenas de sanciones por valor de 60.000 euros" que se incrementarán hasta los 100.000 euros en casos reincidentes. Al margen de la persecución pecuniaria, el primer edil proclamó que quedará terminantemente prohibido la conversión de bajos comerciales en pisos turísticos, algo que cada vez abunda más dentro de la oferta disponible en este tipo de viviendas de uso ajeno. Se potenciará, eso sí, que se conviertan en viviendas residenciales siempre y cuando estén fuera de ejes comerciales.
El caos del Santiago Bernabéu
Uno de los lunares que ha tenido la gestión del Ayuntamiento ha sido la forma en la que han lidiado con todo lo relativo al ruido que están sufriendo los vecinos de la zona más próxima al estadio Santiago Bernabéu. Desde que el campo del Real Madrid, tras su remodelación, está acogiendo conciertos de todo tipo, incluido los dos de Taylor Swift y los cuatro de Karol G.
A través del delegado de Urbanismo, Borja Carabante, el Ayuntamiento anunció que sancionará a las empresas promotoras de eventos que hayan sobrepasado o sobrepasen en el futuro los límites sonoros establecidos en la legislación madrileña.
Aunque el caso ha ido más allá, ya que el pasado mes de julio el Juzgado de Instrucción número 53 de Madrid admitió a trámite una querella presentada por la Asociación Vecinal 'Perjudicados por el Bernabéu' contra Real Madrid Estadio SL, sociedad que gestiona el campo del conjunto blanco, por el "ruido excesivo" de los conciertos celebrados en el Santiago Bernabéu tras su remodelación.
'Operación Campamento' y soterramiento de la A5
Una de las grandes operaciones urbanísticas que llevan demasiado tiempo parada en la capital era la 'Operación Campamento', la cual consistía en soterrar parte de la A5, creando el Paseo Verde. Este mes de septiembre, se aprobará el proyecto en la cámara municipal para empezar las obras el próximo octubre.
El cubrimiento de la M30 en Ventas comenzará en primavera, y se extenderá hasta los distritos de Salamanca y Ciudad Lineal, terminando con el soterramiento de un fragmento del Paseo de la Castellana.
Entre los aspectos negativos, ha crecido el malestar entre los vecinos por la ampliación a barrios del extrarradio de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), imposibilitando a un millón de conductores el acceso a estas zonas, teniendo que deshacerse de sus vehículos a corto y medio plazo. La tala de árboles en Arganzuela y Carabanchel también han molestado a los moradores de la capital.
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