El rey Felipe VI ha pronunciado este miércoles uno de los discursos más importantes en sus tres años de reinado, en el que, después de hacer un canto a los valores de la Transición y a la renuncia de postulados maximalistas que supuso, ha advertido a los diputados, senadores y exparlamentarios reunidos en el Congreso que "ningún camino que se emprenda en nuestra democracia puede -ni debe- conducir a la ruptura de la convivencia, al desconocimiento de los derechos democráticos de todos los españoles o a la negación de los valores esenciales en la Europa a la que pertenecemos".
Tras entregar en el Salón de Pasos Perdidos insignias a quienes fueron parlamentarios en aquellas Cortes Constituyentes, Felipe VI resaltó que aquellas elecciones dieron paso "al bien más preciado de cualquier sociedad democrática, señorías,: la convivencia".
No escuchaban sus palabras ni los diputados de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ni los de Bildu, que se ausentaron de la sesión solemne en su negación a la legalidad española, y los 71 parlamentarios de Podemos y Compromís acudieron después de asistir a un homenaje que habían organizado en otras dependencias a los antifranquistas represaliados. Todos ellos portaban una camiseta blanca con inscripciones alusivas a la lucha contra la dictadura y un clavel rojo.
Tampoco estuvo el Rey Emérito Juan Carlos I, verdadero protagonista de la jornada, para no eclipsar el protagonismo de su hijo. De hecho, en las distintas bancadas ha habido deseo de remarcar su figura con gritos de "¡Viva el Rey!", "¡Viva la democracia!" y "¡Viva España!", respondido con sonoros "¡Viva!" en distintos pasajes de acto.
El Rey Felipe VI ha querido dedicar su intervención hoy a "ensalzar y actualizar" aquellos valores de 1977 porque "conmemorar es recordar el acontecimiento que celebramos pero también recordar sus causas" para que no vuelvan a suceder, dijo en alusión al final de 40 años de franquismo después de una horrible Guerra Civil.
Felipe VI se remontó al siglo XIX para recordar que lo que caracterizó a aquella sociedad española es precisamente "la falta de reconocimiento de comprensión y de respeto a las ideas y convicciones ajenas (...) El adversario político era un enemigo al que había que excluir de la vida pública, y no un rival".
Y lo que el espíritu de la Transición consagró es que "nadie en España debía volver a ser enemigo de nadie; la exclusión y la imposición, la intolerancia y la discordia, debían ser sustituidas por la renuncia al dogmatismo y la defensa de las propias convicciones".
Ana Pastor pide a Podemos que no cuestione el régimen del 78 porque PCE ya dejó escrito en 1956 que la única España posible era la de la "reconciliación"
Antes que Don Felipe, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, pidió a los presentes aunar esfuerzos "sumando voluntades" y demandó a los parlamentarios que se inspiren en la "generosidad, que no supo de siglas ni de ideologías", de los padres de la democracia española.
Por eso, Ana Pastor Hizo hincapié durante su intervención antes que la del Rey, en la importancia de hacer saber a los más jóvenes que "no fue fácil llegar hasta aquí". En el ambiente de homenaje que se ha vivido hoy en el Congreso, su presidenta tuvo palabras de recordatorio hasta para el primer presidente de la Generalitat tras la dictadura, Josep Tarradellas.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación