El Rey Felipe VI pidió este miércoles en su discurso a la Nación que se dejen al lado las diferencias en aras de un mismo objetivo: superar la grave situación que vive el país por la epidemia del coronavirus. También quiso insuflar ánimos con todo el país confinado en sus casas: "España es un gran país; un gran pueblo que no se rinde ante las dificultades. Este virus no nos vencerá. Al contrario. Nos va a hacer más fuertes como sociedad", dejó claro.
El jefe del Estado se dirigió de forma excepcional a los españoles por segunda vez en su reinado -la primera fue el 3 de octubre de 2017 tras el referéndum ilegal en Cataluña-, en unos momentos de "mucha inquietud y preocupación" por esta crisis sanitaria que se está viviendo, no solo en España sino en toda Europa y en el resto del mundo.
Su discurso se produjo tras la reunión con el presidente del Gobierno y con el comité técnico de gestión del coronavirus en La Zarzuela para analizar las últimas informaciones sobre la epidemia y las medidas adoptadas tras la declaración del estado de alarma, que el sistema democrático prevé en la Constitución.
"Todo el Estado, todas las Instituciones públicas están volcadas en resolver esta crisis que constituye
nuestra prioridad esencial y todos los españoles pueden sentirse protegidos. Estamos haciendo frente a una crisis nueva y distinta, sin precedentes, muy seria y grave, que pone en riesgo nuestra salud en cada rincón de España. Pero también, y de forma muy traumática, altera y condiciona nuestras costumbres y el desarrollo normal de nuestras vidas, el empleo y nuestras empresas; en definitiva, nuestro bienestar".
El Rey subrayó que también se trata de una crisis que "estamos combatiendo y que vamos a vencer y a
superar". Ante esta situación, lo primero que quiso hacer es enviar todo su cariño y afecto, junto a la Reina y nuestras hijas, "a tantas familias en toda España que desgraciadamente han sufrido la pérdida de alguno de sus seres queridos". También lo hizo a todos los que están "especialmente afectado", tanto en lo personal como en vuestro entorno, por este virus y sus consecuencias. "A todos vosotros, mucha fuerza y mucho ánimo".
En segundo lugar, quiso dar las gracias a todas las personas, entidades y servicios públicos, sin excepción, que están ayudando y se están sacrificando por los demás. "Y quiero personificar esa gratitud en uno de
ellos: Sabíamos que tenemos un gran sistema sanitario y unos profesionales extraordinarios; a ellos quiero dirigirme ahora: tenéis nuestra mayor admiración y respeto, nuestro total apoyo. Sois la vanguardia de España en la lucha contra esta enfermedad, sois nuestra primera línea de defensa".
"Nunca os podremos agradecer bastante lo que estáis haciendo por vuestro país", dijo a los sanitarios. "No os puede sorprender que desde las casas de toda España se oiga un aplauso emocionante y sentido. Un aplauso sincero y justo, que estoy seguro que os reconforta y os anima".
"Dar ejemplo de responsabilidad"
En lo peor de la crisis sanitaria, Felipe VI subrayó que hay "momentos en la Historia de los pueblos en los que la realidad nos pone a prueba de una manera difícil, dolorosa y a veces extrema; momentos en los que
se ponen a prueba los valores de una sociedad y la capacidad misma de un Estado".
El monarca dijo estar seguro de que todos van "a dar ejemplo, una vez más, de responsabilidad, de sentido del deber, de civismo y humanidad, de entrega y esfuerzo y, sobre todo, de solidaridad –especialmente con los más vulnerables–, para que nadie pueda sentirse solo o desamparado".
En este sentido, pidió dejar de lado las diferencias. "Debemos unirnos en torno a un mismo objetivo: superar esta grave situación. Y tenemos que hacerlo juntos; entre todos; con serenidad y confianza, pero también con decisión y energía".
"Ahora tenemos que resistir, que aguantar y tenemos que adaptar nuestros modos de vida y nuestros comportamientos a las indicaciones de nuestras autoridades y a las recomendaciones de nuestros expertos para ganarle al virus. Todos debemos contribuir a ese esfuerzo colectivo con nuestras actitudes y nuestras acciones, por pequeñas que sean".
Felipe VI reconoció que no es nada fácil organizarse cada uno en su trabajo, en su casa, con su familia, o
con sus hijos. "Pero es lo que debemos hacer por el bien de todos. Porque todos y cada uno somos parte de la solución de esta crisis".
"Esta es una crisis temporal. Un paréntesis en nuestras vidas. Volveremos a la normalidad. Sin duda. Y lo haremos más temprano que tarde: si no bajamos la guardia, si todos unimos nuestras fuerzas y colaboramos desde nuestras respectivas responsabilidades", dejó claro.
El jefe del Estado dejó claro que se recuperará "la normalidad de nuestra convivencia, la vida en nuestras calles, en nuestros pueblos y ciudades; la economía, los puestos de trabajo, nuestras empresas, nuestros comercios, nuestros talleres... España recuperará su pulso, su vitalidad, su fuerza.
"A lo largo de los años hemos pasado por situaciones muy difíciles, muy graves; pero, como las anteriores, esta también la superaremos. Porque España es un gran país; un gran pueblo que no se rinde ante las dificultades. Este virus no nos vencerá. Al contrario. Nos va a hacer más fuertes como sociedad; una sociedad más comprometida, más solidaria, más unida. Una sociedad en pie frente a cualquier adversidad.
Gracias a todos, ánimo y adelante", concluyó.
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