Ciudadanos llega al 26-M con el viento a favor de los 57 escaños en las generales. La expectativa del partido naranja es doble para la cita con las urnas. Por un lado, aspira a superar al PP en las europeas y muchos territorios. Por otro, quiere entrar a gobiernos y ayuntamientos y liderarlos si es posible.
La sensación en el partido es que el resultado del 28-A es colchón suficiente para afrontar la triple urna del 26-M. Nadie contempla un retroceso, ni tampoco se hacen demasiadas cabalas sobre si seguirán robando voto al PP o se lo arrebatarán a Vox. El convencimiento es que Ciudadanos volverá a crecer. La duda es hasta dónde.
Albert Rivera ha dado un paso atrás en la campaña para las elecciones autonómicas, municipales y europeas. El peso de los mitines lo ha llevado Inés Arrimadas, que lleva dos semanas recorriendo España.
Rivera ha centrado su actos en Madrid. Y ha visitado Estella (Navarra), Zaragoza, Ávila y Miravalles, en el País Vasco. En su opinión, los comicios del 26-M son un paso más en la consolidación de Ciudadanos como alternativa de Gobierno al PSOE de Pedro Sánchez.
No alimentar el 'sorpaso'
Ciudadanos ha optado por no alimentar demasiado el sorpaso a Pablo Casado. Ningún líder naranja ha usado esa expresión. Pero, internamente, el partido confía en asestar otro golpe al PP en la pugna por el liderazgo del centro derecha en estas elecciones.
Rivera puede superar al PP o igualar resultado en las europeas, donde cuenta con la circunscripción única a su favor. Y tiene marcado en rojo territorios como la Comunidad de Madrid o Aragón. Ciudadanos, que ya derrotó al PP en estas regiones el 28-A, confía en volver a hacerlo el domingo.
Ignacio Aguado podría convertirse en el primer presidente autonómico de Ciudadanos si hay mayoría de centro derecha. Las encuestas anuncian un escrutinio muy igualado, en El que el bloque de izquierda encabezado por el PSOE y el Más Madrid de Íñigo Errejón puede desbancar al PP después de 24 años.
Alcaldes naranjas
Además de Madrid, Ciudadanos cree que podría entrar a gobiernos de coalición en Castilla y León, Murcia y Navarra. Y otro objetivo al alcance es obtener representación en aquellos parlamentos donde todavía es fuerza extraparlamentaria: Canarias y Castilla-La Mancha.
Ciudadanos también ha multiplicado sus candidaturas municipales. Y aspira a batir los 1.527 concejales que logró en 2015. La formación de Rivera confía en conquistar la alcaldía de alguna gran capital. Begoña Villacís tiene opciones en Madrid y Luis Salvador está entre los favoritos en Granada.
No aparece en esa lista Manuel Valls, una de las apuestas más arriesgadas de Ciudadanos. La candidatura del ex primer ministro francés está lejos de la alcaldía de Barcelona, según los sondeos. Y Rivera se ha ido alejando de Valls por sus críticas a algunas apuestas estratégicas de la formación naranja. No han aparecido juntos en toda la campaña.
Ciudadanos ha insistido mucho en la movilización. La campaña está adormecida por el cansancio de las generales. Y la abstención amenaza con jugar un papel determinante en la formación de mayorías. El partido naranja ha pedido que nadie se quede en casa en sus últimos mitines. La participación alta siempre ha beneficiado a Ciudadanos.
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