El cabreo en la dirección de Ciudadanos era de los que pocas veces se han visto. Una filtración de París sugería que Emmanuel Macron estaba dispuesto a revisar su alianza con Albert Rivera por sus pactos con Vox. La información ha provocado una reacción insólita del partido naranja. Ciudadanos ha precisado que la formación del presidente francés está en el grupo liberal gracias a Ciudadanos, y no al revés.
La andanada del Elíseo, motivada por un pulso de poder en la Eurocámara, es la última de las críticas que arrecian contra Rivera desde todos los ámbitos. Las principales han llegado del propio entorno de Ciudadanos, que no comparte la estrategia nacional del líder del partido.
Las críticas de Francesc de Carreras
La más dura ha sido probablemente la de Francesc de Carreras, fundador de Ciudadanos y mentor de Rivera, que le calificó de "adolescente caprichoso" por su negativa a negociar con Pedro Sánchez.
El ex secretario de Estado de Economía, Manuel Conthe, llegó a tildar de "payasos" a Ciudadanos por su gestión de los pactos. Conthe coqueteó con la formación naranja y ejerció como su asesor económico en el pasado.
La dirección de Ciudadanos defiende los acuerdos que está negociando con el PP. La ejecutiva nacional acordó por unanimidad que el PP sería su socio preferente, que no negociaría con Vox y que sólo entraría en gobiernos de coalición, nunca tripartitos. Hay quien piensa en Ciudadanos que la estrategia es equivocada. Y que se debían haber buscado otras opciones. Rivera no lo cree.
"El problema es que no hemos ganado las elecciones", dice un alto cargo de Ciudadanos. "Sin ganar, cogobernar media España y tener la Alcaldía de muchas capitales de provincia es un buen resultado".
Ocurre lo mismo a nivel nacional. Ni De Carreras, ni todos los intelectuales que fundaron Ciudadanos, ni las voces críticas dentro de su propio partido le van a hacer cambiar de opinión con respecto a Sánchez. "Han votado los españoles, no la CEOE, ni un banco", dijo Rivera dos días después del 28-A cuando el sector empresarial reclamaba un pacto socioliberal.
No habrá "tierra quemada"
"Todas estas críticas tienen el efecto contrario", dicen quienes mejor conocen al líder naranja. Rivera, recuerdan, está acostumbrado a que le digan que se está equivocando. Pero los más veteranos de Ciudadanos aseguran que es firme cuando toma una decisión. "Incluso si no tiene razón", añaden.
El líder de Ciudadanos considera a Sánchez el problema y no la solución. Y es una cuestión más personal que global. Rivera traslada a las personas que le piden un esfuerzo de entendimiento con el PSOE que la investidura está descartada.
Pero que Ciudadanos no hará una "política de tierra quemada" con Sánchez y que está dispuesto a negociar durante la legislatura. Y que su intención no es bloquear el país.
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