La dimisión de Cristina Cifuentes tras el escándalo del Máster en la URJC y horas después de que saliese a la luz un vídeo de 2011 en el que aparecía robando dos cremas en un Eroski ubicado en el madrileño barrio de Vallecas ha servido para que el PSOE ponga su maquinaria en funcionamiento. ¿El objetivo? Que el nuevo presidente de la Comunidad de Madrid sea el socialista Ángel Gabilondo.
Mientras el PSOE trata de hacer "recapacitar" al líder naranja, el rumbo tomado por este hacia la conquista de la capital en 2019 implica tomar distancias
Sin embargo, Pedro Sánchez y sus pretensiones han topado con un Albert Rivera aupado por las encuestas. El presidente de Ciudadanos prefiere consolidar su proyecto de cara a las elecciones de 2019 y, hasta entonces, respaldar la continuidad del PP, eso sí, con un "candidato limpio de corrupción". Mientras el PSOE trata de hacer "recapacitar" al líder naranja, el rumbo tomado por este -hacerse con la capital en los próximos comicios- implica tomar distancias.
Prueba de ello es el cruce de mensajes entre ambos líderes políticos el día de la salida de Cifuentes o, lo que es lo mismo, la jornada en la que la moción de censura ansiada por socialistas y Podemos dejaba de tener sentido. Antes de que la ya ex presidenta de la Comunidad de Madrid anunciase su marcha, el secretario general del PSOE envío un mensaje al dirigente de Cs para emplazarle a hablar sobre el futuro de la citada comunidad.
Cruce de mensajes
"He enviado un mensaje al señor Rivera y espero hablar esta tarde con él para intentar resolver entre él, yo y Podemos la situación en la Comunidad de Madrid", avanzaba Sánchez en una entrevista en 'Cuatro'. Según explicó, su intención era pedir a Rivera que "reflexione" y que "sea consecuente" con sus propias palabras respecto a que el PP es un partido "podrido" por la corrupción.
Pero Rivera ya conocía la intención de su ahora adversario político y la conversación nunca se produjo. "Me sorprende que Albert Rivera no haya tenido un minuto para hablar de la posibilidad de regenerar las instituciones de Madrid. Dedica todo su esfuerzo a sostener en ellas a un PP corrompido hasta la médula", lanzaba Sánchez por Twitter.
A última hora del día, después de haberse reunido con una veintena de embajadores de la Unión Europea en Madrid, el líder naranja respondió con otro mensaje: "Tras la dimisión de Cifuentes el escenario ha cambiado porque la moción de censura ha decaído". Además le trasladó que después de la dimisión de Cifuentes por la trama de la Universidad Rey Juan Carlos no hacía falta ya que hablaran.
Las 'calabazas' de Rivera
Ni se produjo ninguna reunión ni ninguna conversación telefónica. Pero las 'calabazas' de Rivera no han frenado al PSOE. Pese a que el líder de Ciudadanos les ha repetido que su partido irá "a ganar" las elecciones en Madrid en 2019 y que no apoyará la candidatura de Gabilondo pues "no hay que pretender ganar en los despachos lo que no se gana en las urnas", Sánchez y su equipo siguen enrocados en convencerle, ya sea en los pasillos del Congreso, desde Ferraz o a través de las redes sociales.
La secretaria de Igualdad del PSOE, Carmen Calvo, ha advertido a Albert Rivera, de que terminará pagando en las urnas la "incoherencia" de apoyar a un nuevo presidente del PP en la Comunidad de Madrid. "Decía Sandro Pertini que en política pueden ocurrir muchas cosas que a lo mejor pasen inadvertidas, pero la incoherencia se paga en algún momento y es tan incoherente lo que está haciendo Ciudadanos que es absolutamente patente para cualquiera que lo quiera escuchar", lanzaba la exministra en una entrevista con Efe.
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