Los polémicos cambios en la Guardia Civil ordenados por el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, han tenido efectos colaterales en el Ministerio de Defensa, donde Margarita Robles planeaba realizar los relevos que le faltan en la cúpula militar una vez concluido el estado de alarma.
Fuentes militares dan por hecho a Vozpópuli que la titular de Defensa dejará correr el mes de junio y parte de julio antes de dar a conocer los nombramientos al frente de los Ejércitos de Tierra, del Aire y de la Armada, con del fin de alejarse todo lo posible de los controvertidos relevos que Marlaska ha llevado a cabo en la cúspide de la Benemérita con tanto ruido político y mediático.
Las Fuerzas Armadas están compuestas, básicamente, por el Estado Mayor de la Defensa, el Ejército de Tierra, la Armada, el Ejército del Aire y los Cuerpos Comunes. El artículo 113 de la ley de la Carrera Militar establece los periodos en los que los generales permanecen en activo antes de pasar a la reserva. Por ejemplo, hay cuatro años en el empleo de general de brigada, siete años entre los empleos de general de brigada y general de división, y diez años entre los anteriores y el de teniente general.
Todo apunta, según las citadas fuentes, a que los próximos JEMEs saldrán de "estructuras bajo control directo" de la ministra o "indirecto" a través del nuevo JEMAD
El puesto de jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) ya está designado desde enero en la figura del general Miguel Ángel Villarroya, quien antes de ello fue jefe del gabinete técnico de la ministra, tanto con María Dolores de Cospedal como luego con Robles cuando esta última se puso al frente del Ministerio. Ahora queda por ver qué sucederá con los jefes de Tierra, Aire y la Armada, puesto que los cambios en los Cuerpos Comunes llevan su propio ritmo.
El general de la 'Operación Balmis'
Todo apunta, según las citadas fuentes, a que los próximos JEMEs saldrán de "estructuras bajo control directo" de la ministra o "indirecto" a través del nuevo JEMAD, por lo que a efectos prácticos viene a ser lo mismo. Así, al frente de Tierra se da por seguro el nombramiento del jefe del Mando de Operaciones en el Estado Mayor de la Defensa, el general Fernando José López del Pozo.
Depende directamente del JEMAD y además ha adquirido un indiscutible protagonismo durante la pandemia del coronavirus con la Operación Balmis, ganándose la confianza de Robles. En su currículum figura su participación en tres misiones de paz. Primero estuvo destino en Bosnia en 1996 dentro del cuerpo de reacción rápida de la OTAN. Luego dirigió la llegada de las tropas españolas a Irak en 2003 dentro de la operación 'Iraqui Freedom' y una década después comandó la misión española en el Líbano.
Curiosamente, su carrera militar ha prosperado bajo el paraguas del general Fulgencio Coll, nombrado JEME por Carme Chacón en el segundo gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que actualmente ejerce como concejal de Vox en Palma de Mallorca.
Eso sí, Robles no puede tardar mucho con su nombramiento ya que el general López del Pozo pasa a la reserva el próximo 24 de septiembre. Por tanto, ha de hacerse efectivo su ascenso a lo más alto de Tierra antes de esa fecha.
En cuanto a la Armada, el mejor posicionado como futuro AJEMA es el almirante Francisco Javier González-Huix. Al igual que López del Pozo, es colaborador directo del JEMAD pues ocupa el puesto de jefe de Estado Mayor Conjunto, pero también tiene el contratiempo de los plazos pues pasa a la reserva el 12 de agosto. De ahí que su nombramiento sea aún más urgente y que las citadas fuentes consideren que a Robles no le queda mucho tiempo para anunciar los cambios.
El Ejército del Aire tiene el problema de que la lista de candidatos es reducidísima. En concreto, sólo hay siete tenientes generales en liza después de que Villarroya haya sido elegido para JEMAD. Durante un tiempo se habló del actual jefe del Mando de Apoyo Logístico del Ejército del Aire, Miguel Ángel Martín, y del jefe del Centro de Aéreo de Operaciones Combinadas ubicado en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), Rubén Carlos García Servent.
Pero no es descabellado pensar que el nombramiento de un nuevo JEMA se deje para más adelante por dos motivos. En primer lugar, el JEMAD proviene de Aire, por lo que la Fuerza Aérea puede considerarse bajo relativo control. Y segundo, no hay un candidato claro. Si Robles postergase este relevo, entraría la opción del general de división Francisco Braco Carbo que también pertenece al EMAD y cuyo ascenso a teniente general podría producirse en los próximos meses, según las citadas fuentes.
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