A mediados de febrero, antes de que el coronavirus mostrase su peor cara, se produjo en el Ministerio de Defensa un tenso despacho entre Margarita Robles y el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), el general Francisco Javier Varela, al negarse la primera a dar el visto bueno a dos ascensos a general de división que le llevó el segundo a la reunión, según indicaron fuentes militares a Vozpópuli.
Los afectados por la negativa de la ministra fueron los generales de brigada Juan Francisco Arrazola, actual jefe de Gabinete del Jeme, y Antonio Esteban, jefe de estudios de la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas y que ejercía como 'número dos' del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden) hasta que unas semanas después, concretamente el 11 de marzo, se le destinó al Mando de Adiestramiento y Doctrina (MADOC), con sede en Granada.
Allí dedicará sus últimos años como general de brigada antes de pasar a la reserva y tras haber acariciado con los dedos el ascenso a lo más alto del generalato. El JEME le conocía desde hace unos años cuando él era coronel en la Fuerza Terrestre del Ejército de Tierra y el general Esteban estaba a sus órdenes como teniente coronel.
Las citadas fuentes subrayan lo “inusual” de este veto por parte de Robles ya que los ascensos a general de división, para los que no existe una evaluación previa, suelen estar apalabrados de antemano antes de que lleguen a la mesa del titular de Defensa. Además, consideran que el JEME ha quedado “desautorizado” y que la ministra le ha dejado en una situación “muy incómoda”.
De los dos ascensos que no han salido adelante, el más llamativo es el del general Arrazola, pues se trata de la persona de mayor confianza del JEME y en los tres Ejércitos es una práctica habitual que cada jefe del Estado Mayor promocione a sus respectivos jefes de Gabinete.
Robles pidió otras candidaturas
Fuentes oficiales del Ministerio de Defensa reconocen la reunión y cómo se produjeron los hechos, pero subrayan que por encima de los afectados había otros generales de brigada con mayor antigüedad y méritos similares.
También inciden en que la ministra se limitó a pedir al JEME otras candidaturas y que no es la primera vez que Robles rechaza un ascenso de estas características. Por ejemplo, el subsecretario de Defensa, Alejo de la Torre, no ha tenido éxito a la hora de ascender a su jefe de Gabinete, el contralmirante Antonino Cordero.
Precisamente, las fuentes militares ven detrás de estos vetos de la ministra la mano del subsecretario, al que acusan de “injerencias” en los ascensos, nombramientos y ceses de generales y almirantes de los tres ejércitos. Desde la oficina de De la Torre niegan este extremo y subrayan que el subsecretario ha estado al margen de estos ascensos frustrados.
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