El director general de Asuntos Económicos de la Presidencia del Gobierno, Manuel de la Rocha, asumirá la oficina que coordinará la gestión de los fondos de rescate europeo por la pandemia del coronavirus. Fuentes del Gobierno aseguran a Vozpópuli que la estructura de esta unidad todavía se está cerrando, pero la idea es que la responsabilidad recaiga sobre De la Rocha.
El Gobierno ultima el equipo que gestionará el reparto de los 140.000 millones del fondo de reconstrucción europeo que corresponden a España. La Presidencia centralizará el trabajo en la oficina de De la Rocha y en una nueva comisión interministerial que presidirá Sánchez. La comisión, cuya creación se anunció en la Conferencia de Presidentes de finales de julio, se encargará de la interlocución con las comunidades autónomas.
La voz cantante en dicha comisión es la de las vicepresidentas Nadia Calviño y Teresa Ribera, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. El vicepresidente Pablo Iglesias ha trasladado su malestar a Redondo por la ausencia de representantes de Podemos en la primera línea de este grupo.
De la Rocha depende de Redondo
La dirección general de De la Rocha, la antigua Oficina Económica del Presidente, depende del director de Gabinete de Pedro Sánchez, el asesor Iván Redondo. Sánchez siempre ha tenido cerca a De la Rocha desde su llegada a la secretaría general del PSOE en 2014. De la Rocha fue el responsable del programa económico del partido en 2015, además de participar en el de las elecciones de 2019.
Según ha sabido este diario, el equipo de De la Rocha está trabajando ya en la coordinación de los diferentes proyectos. El Gobierno ultima el Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Pero ese documento será un marco, porque la gestión de las ayudas del fondo aprobado por la Unión Europea es muy compleja.
Los 27 acordaron en julio la creación de un fondo de recuperación dotado con 750.000 millones de euros. Ese dinero se reparte en distintos programas de ayuda financiera a gran escala. El más importante es el llamado Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, pero también hay otros como el Fondo de Desarrollo Rural o el Fondo de Transición Justa, entre otros.
Los planes autonómicos deben estar vinculados a los retos señalados por Bruselas en ámbitos como la competitividad, la productividad, la sostenibilidad medioambiental, la educación, sanidad, empleo y la cohesión económica, social y territorial. Los planes tienen que formar parte de un único plan nacional. Es decir, el Gobierno presentará un solo proyecto de país que recoja las distintas reformas que planteen las comunidades autónomas.
Un proyecto de país para la financiación
En materia de transición ecológica, que es por ejemplo una de las prioridades de la Unión Europea, España enviará a Bruselas un plan nacional. Y dentro de ese plan se recogerán los proyectos concretos que cada comunidad propone para recibir la financiación.
"Es muy importante la labor de coordinación, porque todos los proyectos deben encajar y estar perfectamente detallados en sus fases y ejecución", explican estas fuentes.
De la Rocha y los Ministerios se encargarán de que las distintas propuestas de las autonomías encajen en el plan de país. Y que no se trate de un galimatías de propuestas inconexas. El objetivo es que las comunidades no conviertan la ayuda en un gigantesco plan E y renuncien a reformas estructurales.
La Unión Europea dará un plazo de seis años a cada país para ejecutar el fondo, pero el Gobierno de Sánchez tiene previsto comprometer la mayor parte del dinero en los primeros dos años. De la Rocha admitió recientemente que España necesita un anticipo del rescate para hacer frente al arranque del 2021.
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