"O asumen en este momento Junqueras y Puigdemont su fracaso ahora o lo asumen el uno de octubre, porque ese referéndum no se va a celebrar y va a ser un fracaso".
Así de tajante ha reaccionado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, al anuncio de la dimisión del hasta hoy director de los Mossos de Escuadra, Albert Batlle, para no tener que dar órdenes ilegales en la jornada de la consulta independentista.
Batlle se había mostrado reacio a desobedecer al Tribunal Constitucional y ha llegado a decir que si tiene que detener al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, lo haría.
A juicio de Sáenz de Santamaría, la dimisión de Batlle, presionado por el nuevo consejero de Interior, Joaquim Forn, ferviente independentista, es muy preocupante.
"Es gravísima la dirección que está cogiendo la Generalitat de Cataluña", h si insistido. Que cualquier persona que cumple con su trabajo se vea presionada al punto de tener que renunciar revela "la dinámica que están cociendo Puigdemont y Junqueras".
A ambos les ha pedido que paren un segundo a analizar "la deriva a la que están llevando" a la institución autonómica catalana.
"Si optan por despeñarse, por no asumir el fracaso, por tensión arterial aún más a la sociedad catalana en estos meses, tendrán una respuesta del Gobierno y de las instituciones del Estado", concluyó la numero dos del gabinete.
