Política

Salvador Illa pagó 5 millones a un empresario barcelonés por unos guantes que nunca llegaron

La empresa, Member of the Tribe, está incluida en la denuncia de Anticorrupción junto al proveedor de confianza de Salvador Illa y la empresa de la trama Koldo

Las arcas públicas no han recuperado a día de hoy los más de 5 millones de euros que el Ministerio de Sanidad de Salvador Illa pagó a un empresario barcelonés por unos guantes que jamás pisaron suelo español. El Departamento del actual líder del PSC confió la recepción de 52 millones de guantes de nitrilo a la compañía Member of the Tribe, con sede en la provincia de Barcelona y cuyo objeto social era el diseño, fabricación y comercialización de prendas de vestir y accesorios. Esta empresa, a cuyo frente se encontraba el exconsejero de Vans en España, Marc Singer, está incluida en la denuncia de Anticorrupción junto al proveedor de confianza de Illa, FSC Select Products, y la empresa de la trama Koldo, Soluciones de gestión y apoyo a empresas.

El 14 de mayo de 2020, de acuerdo a la documentación a la que ha accedido Vozpópuli, Member of the Tribe formalizó un contrato con el Ingesa, dependiente de Sanidad, por 5.564.000 euros a cambio de 52 millones de guantes. A su vez, se adjudicó otro contrato -que no se llegó a ejecutar por el incumplimiento del anterior- por 3,8 millones a cambio de 40 millones de guantes.

Sanidad pagó los 5,5 millones de euros por adelantado, al igual que con FSC Select Products, a la que adelantó más de 260 millones de euros -pese a tratarse de una empresa que comercializaba artículos de marketing de bebidas alcohólicas. En el contrato se estableció un abono incial del 30% del precio del contrato (1.669.200€) como señal para el bloqueo del producto y el abono del 70% restante (3.894.800€), a cuenta, con la presentación de una certificación del producto que especificara que éste se encontraba “en fábrica para salir”.

Irregularidades desde el primer momento

La empresa barcelonesa emitió mal la primera factura, incluyendo en la misma el 100% del precio en lugar del 30%, como correspondía según el contrato. A continuación, y según documentos oficiales del Ministerio de Sanidad, la compañía emitió dos facturas más que "estaban incompletas", al no figurar "los datos bancarios de la empresa".

Paralelamente, el 26 de mayo de 2020, la compañía de Marc Singer envió un certificado de stock del fabricante Mannesmann Medical donde confirmaba que dicha empresa disponía de los 52 millones de guantes de nitrilo, con el objetivo de que se le pagara el 70% del importe total. Sin embargo, según la cláusula 3.2 del contrato firmado, el abono del 70% del importe total se realizaría con la presentación de una certificación de “producto en fábrica para salir”, "no con una simple certificación de stock". En palabras de Sanidad, Member of the Tribe "volvió a incumplir lo estipulado en el contrato".

Pese a estas irregularidades, el Ministerio de Sanidad siguió adelante con el contrato y confiando en Member of the Tribe. El 29 de mayo, con la factura correcta, se pagó el 30% del contrato. En total, 1,6 millones de euros. El mismo día, mandó otra factura a Sanidad solicitando el pago del 70% restante, algo que el Departamento de Salvador Illa efectuó el 5 de junio, inyectando en la cuenta de la empresa barcelonesa otros 3,8 millones de euros.

Sanidad perdona los incumplimientos

El 12 de junio, casi un mes después de la formalización del contrato, no había llegado un solo guante a la península. Sanidad se puso en contacto con la empresa y esta argumentó que los guantes se encontraban en el aeropuerto de Estambul y que el proveedor turco prometió su envío el 10 de junio, cosa que no se había producido.

En la reunión que tuvo lugar en las oficinas del Ingesa, los empresarios culparon a Sanidad de lo ocurrido. Negaron que el incumplimiento del contrato fuera por causas imputables a la compañía y calificaron al propio Ingesa "como culpable de la falta del suministro de guantes, al no haber cumplido, según su versión, con los plazos del pago estipulados en el contrato".

En julio se iniciaron los trámites para resolver el contrato, pero tras las alegaciones presentadas por Member of the Tribe asegurando ser capaces de cumplirlo con más plazo, Sanidad volvió a confiar en la compañía y les concedió un período adicional para traer los guantes. Una incomprensible decisión que Sanidad justificó "ante la situación de agudo desabastecimiento en España de guantes de nitrilo, en aras a la buena fe y en base a la (supuesta) firme voluntad manifestada por la empresa".

Se le dio una prórroga de 10 días que la compañía, una vez más, incumplió. En octubre, Sanidad procedió a resolver el contrato, algo que Marc Singer trató de evitar nuevamente en las alegaciones, prometiendo 25 millones de guantes pero reflejando en la oferta escrita 250.000 unidades. El contrato se resolvió y el Estado español no recibió los 5 millones que pagó por los guantes. Member of the Tribe se declaró en concurso de acreedores en 2021.

Un precio muy superior al del mercado

Cuesta entender que Sanidad apostase por una empresa no especializada en material sanitario que contaba, además, con problemas económicos. Un mes antes de conseguir la primera adjudicación, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) concedió dos créditos a esta compañía por valor de 108.000 y 80.000 euros. Al año siguiente de su constitución, había registrado pérdidas de más de tres millones de euros.

Por si fuera poco, el precio por guante que ofrecía era muy superior al del mercado. Cada uno de sus guantes fantasma salía a 10 céntimos la unidad, mientras que Murcia y Cantabria los consiguieron en aquellas fechas a 2 céntimos la unidad. El propio Ministerio de Sanidad había adjudicado la compra de 17 millones de guantes a 5 céntimos cada uno a la empresa Sanicen.

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