Política

Sánchez acelera en su discurso del fango y vincula a Feijóo con Alvise: "En 2027 se van a presentar tres ultraderechas"

Feijóo le ha pedido al presidente que "no eternice lo que es inviable" y se jacta de que el PP haya "conseguido tramitar más leyes desde la oposición" que el Gobierno

Tenía claro Pedro Sánchez los dos mensajes que transmitir en el rato que estuvo en el Congreso de los Diputados, durante la sesión de control al Gobierno, antes de partir hacia Prado del Rey para ser entrevistado por Silvia Intxaurrondo en TVE. La irrupción de Alvise Pérez es un caramelo para la estrategia del presidente, y así lo ha hecho saber este miércoles. Como el guardián de las puertas de Hades, la "ultraderecha" ya es ese Can Cerbero, un monstruo de tres cabezas cuyo único móvil es desguazar el Gobierno de coalición progresista que ha hecho de España un vergel de derechos. Como "una muñeca rusa", ha dicho el presidente, atragantado en la palabra matrioska porque con Putin aún no ha habido viraje en la política internacional.

"No hay una ultraderecha buena [Vox] y una ultraderecha mala [Alvise], lo que hay es una derecha aún peor que mala [PP] que lo que hace es, con su discurso ultraderechista, engordar y multiplicar a la ultraderecha. Antes con ustedes, y ahora con ustedes y con el señor Alvise", contestó el presidente del Gobierno al líder de Vox, Santiago Abascal. "Yo sé que nosotros somos un problema para esa internacional ultraderechista de tres cabezas en España: el señor Feijóo, el señor Abascal y el señor Alvise", ahondó Sánchez en su estrategia.

"Usted abrió la puerta a la ultraderecha a los gobiernos autonómicos. Como consecuencia de su polarización, hoy no tenemos una ultraderecha, tenemos dos ultraderechas. Dentro de tres años, cuando haya elecciones en 2027, se van a presentar tres ultraderechas: la suya, la de Alvise y la de Abascal, y vamos a ganarle a los tres". Ahí las dos patas de esa estrategia: reducir toda oposición a ultraderecha y máquina del fango –concepto que también ha sacado a pasear, claro– y negar toda posibilidad de adelanto electoral tras perder las elecciones europeas del pasado domingo.

"Acaba de decir que el PP es ultraderecha y eso no es aceptable", se quejaban en conversación con Vozpópuli fuentes cercanas al líder del PP tras las palabras de Sánchez. El líder de la oposición abrió la sesión recordando sus palabras en la investidura. "Recordará usted que en su investidura le dije que estaba cometiendo un error, y aquí están los resultados", dijo un Feijóo que acusó al Gobierno de estar "desbordado" y "paralizado" por los "casos de presunta corrupción" y con unos "socios que están haciendo aguas".

"En lo que va de legislatura mi partido ha conseguido tramitar más leyes desde la oposición que usted desde el Gobierno", le arrojó el perdigón Feijóo un día después de que el PSOE apoyara su reforma en la ley de multirreincidencia. El líder del PP, además, le recordó que "otra persona de su círculo más íntimo vuelve a estar investigada por corrupción", en referencia a su hermano, el músico David Sánchez Pérez-Castejón, a quien el Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz ha abierto diligencias previas por cinco presuntos delitos.

"No eternice lo que es inviable", le ha dicho el líder del PP a Sánchez, pidiéndole un adelanto electoral inmediatamente descartado por un Sánchez hiperactivo esta mañana. Feijóo ha sacado pecho del resultado del 9-J y le ha recordado al presidente del Gobierno que le dijo que se iba "a dar el gustazo" de la victoria. "El gusto es nuestro, señor Sánchez", se ha regodeado el líder de la oposición por su 22-20 del domingo. Feijóo, además, tuvo un dardo para la vicepresidenta segunda y cabeza (¿o no?) de Sumar, Yolanda Díaz, que se ha marcado un Xavi Hernández en su dimisión (¿o no?) al frente de artefacto electoral que fundó hace un año. Para Feijóo, sólo "ha dimitido un poquito".

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