El PSOE ha iniciado un tímido acercamiento político a Ciudadanos, cuyo alcance más allá del coronavirus es una incógnita. La desconfianza es todavía grande entre las dos partes. Pero la emergencia sanitaria ha dinamitado la legislatura y sus bloques.
Pedro Sánchez mantiene -o así lo transmite- firmeza en el acuerdo de coalición con Unidas Podemos. Sin embargo, su alianza con el independentismo catalán y el nacionalismo vasco, que posibilitó su investidura hace solo tres meses, se ha tornado inestable. El presidente del Gobierno es consciente de la imposibilidad de abrir el debate territorial que demandan sus socios ante la crisis económica sin precedentes que afronta España en los próximos meses.
La relación PSOE-Ciudadanos pasará este jueves su primera prueba en el Congreso. Los dos grupos han negociado dos de los tres decretos económicos del Gobierno para paliar la crisis del Covid-19, que se ha llevado por delante la vida de casi 15.000 personas en el último mes.
PSOE: no hay cambio de aliados
Fuentes de Ciudadanos reconocen que la llamada del PSOE fue una sorpresa. La líder naranja, Inés Arrimadas, ha mantenido la mano tendida al Gobierno desde el inicio de la epidemia. Pero ha sido la primera vez que el Grupo Socialista les ha buscado.
"El clima ha sido bueno y confíamos en que se respete el principio de acuerdo que hemos alcanzado", dicen estas fuentes.
El PSOE valora positivamente la actitud de Ciudadanos durante la crisis, pero se resiste a hablar de un cambio de aliados. Fuentes socialistas recuerdan que Ciudadanos es un partido ahora mismo testimonial. La formación de Arrimadas cuenta con apenas diez diputados en el Congreso.
Pero esos votos pueden resultar determinantes. PSOE y Podemos suman 155 diputados, lejos de la mayoría absoluta de 176 escaños. La inestabilidad de sus teóricos apoyos nacionalistas y separatistas es una amenaza para el futuro del Ejecutivo.
Arrimadas ha ofrecido esa estabilidad desde el inicio de la emergencia. La dirigente naranja ha marcado un perfil propio en esta crisis, alejándose cada vez más de PP y Vox. Ciudadanos no está pidiendo a Sánchez romper con Podemos, sino acuerdos de Estado. Los nuevos Pactos de La Moncloa son en parte una propuesta de Arrimadas. Los nacionalistas reniegan de esa posibilidad. A Podemos tampoco le gusta demasiado la idea. Y el PP asegura que es un "señuelo".
Cs: influir con diez diputados
Ciudadanos considera que la legislatura ha dado un giro radical y que esta nueva "centralidad" les ofrece influencia en el debate nacional. "Con solo 10 diputados es nuestra mejor baza", dicen fuentes naranjas. "Si podemos influir, mucho mejor".
La comunicación entre Sánchez y Arrimadas fue intensa en los primeros días de la crisis con varias llamadas y mensajes, según ha sabido Vozpópuli. El contacto ha disminuido con el paso del tiempo, pero ha habido intercambios de información a otros niveles. La líder naranja, que está embarazada, no ha acudido a los debates en el Congreso por precaución, y no se le ha podido ver confrontar con Sánchez.
El coronavirus ha dejado en el aire los planes inmediatos de Arrimadas para Ciudadanos. Poco antes de esta crisis, el partido naranja firmó un pacto para concurrir junto al PP a las elecciones vascas. Y eso, ahora, parece que fue hace un siglo. Fuentes del partido naranja aseguran que la disposición a negociar con el PSOE es total. Y no hay un veto a Podemos dadas las circunstancias. En el partido naranja consideran además que la sola presencia de Ciudadanos incomoda al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias.
"En el caso de Podemos hay más camino por recorrer para llegar al entendimiento que con el PSOE", reconocen. "Pero al mismo tiempo también sabemos que nuestra presencia es incómoda para Iglesias".
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