Política

El pacto de Sánchez con Bildu incendia el PSOE, aleja a PNV y Cs y amenaza la legislatura

El Gobierno traiciona a los dos partidos que apoyaron la prórroga del estado de alarma y presenta un acuerdo con la formación abertzale, que rectifica en parte horas después

El golpe de efecto que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han buscado al anunciar un pacto con EH Bildu amenaza con volverse en contra del Gobierno de coalición como un bumerán. Sánchez ha incendiado a buena parte del PSOE al estampar el sello del partido junto al de la formación abertzale en un acuerdo. Y se ha alejado de PNV y Ciudadanos apenas unos minutos después de que apoyasen la quinta prórroga del estado de alarma por el coronavirus

Sánchez ha conseguido cabrear a todos con un movimiento que evidencia la debilidad parlamentaria de su Gobierno y nubla el futuro de una legislatura muerta al nacer por el impacto de una emergencia sanitaria sin precedentes. PSOE y Podemos han rectificado el pacto tripartito con Bildu al filo de la medianoche del miércoles para matizar que la derogación de la reforma laboral ni será inmediata, ni "íntegra". La literalidad del documento en lo que se refiere a la reforma laboral es finalmente un corta y pega del acuerdo de coalición entre PSOE y Podemos.

Pero la corrección es lo de menos, aunque el partido abertzale tenga motivos para sentirse también traicionado. El pacto se mantiene y contempla, por un lado, que los ayuntamientos y diputaciones forales de Navarra y el País Vasco serán exceptuadas de la regla de gasto para disponer de más liquidez frente al covid-19. Y, por otro, que estas dos comunidades, y solo estas dos, establecerán su propia capacidad de endeudamiento al margen del resto.

Giro a la izquierda independentista

El acuerdo se ha fraguado entre el lunes y el martes en una negociación liderada por los portavoces parlamentarios del PSOE y Unidas Podemos, Adriana Lastra y Pablo Echenique. Según ha sabido Vozpópuli, el Gobierno ha intentado reafirmar su vocación de izquierdas frente a quienes les acusan, como ERC, de entregarse a la formación de Inés Arrimadas.

Nada sabía el PNV, ni nada sabía Ciudadanos, que han evitado pronunciarse de momento sobre lo ocurrido. Sánchez se enfrenta además a un incendio descomunal entre sus barones, que tampoco conocían el acuerdo. El presidente de Aragón, Javier Lambán, publicaba un tuit casi al mismo tiempo que se anunciaba el pacto en el que justamente celebraba el apoyo de Ciudadanos al estado de alarma y trasladaba públicamente a Sánchez su deseo de "no volver a recurrir para nada a partidos que no creen en España".

Fuentes del PSOE han reconocido estar todavía en estado shock y a la espera de instrucciones. Han lamentado que el pacto con Bildu se produzca el mismo día que la formación abertzale ha impedido tres declaraciones institucionales -Parlamento vasco, Ayuntamiento de Bilbao y Juntas Generales de Álava- en repulsa al ataque contra el domicilio de la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, y el segundo teniente de alcalde de la capital vizcaína, Alfonso Gil. Bildu se ha negado a firmar el documento por incluir la palabra "condena". 

Para el PNV se trata de un revés en periodo electoral para las elecciones vascas del 12 de julio. El acuerdo habilita a EH Bildu, principal rival de los nacionalistas, como un socio de legislatura más con capacidad negociadora e interlocución con el Gobierno para engordar el autogobierno vasco.

Para el nuevo Ciudadanos de Arrimadas, por su parte, el acuerdo también supone un golpe. El partido naranja dijo que daría por roto el acuerdo que le vinculaba al Gobierno ante cualquier cesión a partidos independentistas a cambio de votos en cuestiones relacionadas con la pandemia. Bildu ha reconocido que al pacto incluía el compromiso de su abstención al estado de alarma y que se ha anunciado después de la votación para no arriesgar el apoyo de los diez diputados de Ciudadanos.

Gobernar "en el alambre"

El tejemaneje del Gobierno con los pactos a izquierda y derecha amenaza a un Ejecutivo con escasos apoyos parlamentarios. Y el giro de Bildu puede atraer a ERC a costa de otras concesiones, pero alejar definitivamente a socios como PNV y Ciudadanos que han salvado las dos últimas prórrogas del estado de alarma.

La Moncloa ha pedido a todos sus ministros esta semana que aprieten los dientes ante un escenario político que prevén "difícil" en cuanto se levante el estado de alarma. El Gobierno ha legislado a golpe de orden ministerial durante estos dos meses. Sánchez e Iglesias tendrán que amarrar muy bien ahora sus decretos si no quieren enfrentarse a una derrota parlamentaria que haga tambalearse la legislatura.

Los Presupuestos Generales del Estado son el otro gran reto pendiente. Sánchez ha sido incapaz de aprobar unas cuentas desde que llegó a La Moncloa hace ahora dos años. Y España se enfrenta a una intensa crisis económica que requerirá un rescate de Europa y probablemente muchos recortes.

"Esto es gobernar en el alambre", admiten fuentes de uno de los ministerios del mando único. El Gobierno reconoce que los números son los que son. Por eso, La Moncloa ha pedido a todo el Gobierno que no baje la guardia ante el final del proceso de 'desescalada', porque lo más complicado empieza ahora.

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