Pedro Sánchez quiere entregar a su vicepresidenta Carmen Calvo y al número dos de la Generalitat, Pere Aragonés (ERC) el peso de la mesa de negociación sobre el futuro político de Cataluña. Es parte del acuerdo que negocian el PSOE y la formación republicana, y que ha sublevado a Carles Puigdemont y Junts per Cataluña (JxCat).
La investidura de Sánchez de Navidad ha fracasado por la nueva guerra abierta en el seno del separatismo. La clave la dio Puigdemont en las redes sociales. "No nos van a dar gato por liebre", escribió en Twitter.
Y su portavoz en el Congreso, Laura Borrás, dejó claro tras la ronda de consultas con el Rey que la solución a la crisis catalana "no puede dejar al margen a la primera fuerza independentista del Parlament y que además ostenta la presidencia de la Generalitat".
Mesa con Calvo y Aragonés
La clave de la polémica no está sólo en la batalla por la hegemonía del independentismo, que también. A ERC le tiemblan las piernas sólo de pensar en un adelanto electoral en Cataluña que dé al traste con sus expectativas de victoria.
Pero el problema está en la mesa o mesas múltiples de diálogo que PSOE y ERC están negociando para desbloquear la investidura de Sánchez. Según ha sabido Vozpópuli, el objetivo es que el peso de la mesa entre el Gobierno central y la Generalitat lo lleven Calvo y Aragonés. Es decir, PSOE y ERC, dejando a Torra al margen.
Sánchez no sabe todavía cómo encajar al presidente de la Generalitat en este proceso. El Gobierno considera que Torra está deslegitimado políticamente después de los altercados violentos de octubre tras la condena a los líderes del proceso separatista. De hecho, el PSC pidió la dimisión de Torra en el Parlament. A Torra le aguarda una más que probable condena de inhabilitación en los próximos meses que complica mucho su futuro.
Ni Torra, ni Puigdemont están dispuestos a ceder a ERC el mando del diálogo con Sánchez
Sin embargo, ni Torra, ni Puigdemont están dispuestos a ceder a ERC el mando del diálogo con Sánchez. Y JxCat ha dado orden de redoblar la presión sobre los republicanos en todos los frentes. Fuentes de JxCat admiten que un acuerdo de ERC con los socialistas afectará a su coalición en la Generalitat. Esta presión ha contribuido a dejar la investidura en el aire. O por lo menos retrasarla quien sabe si hasta enero.
"A Esquerra le da miedo perder si hay un adelanto electoral", dice un diputado catalán que conoce perfectamente el dilema que atraviesa este partido. "Parecía que ganarían en 2017 y lo hizo Ciudadanos y ahora temen que pase algo parecido con JxCat. Ganaron las municipales, pero a la vez la realidad es que perdieron".
Llamada de Sánchez a Torra
Sánchez ha tenido un primer gesto de distensión al incluir a Torra en su ronda de llamadas a los presidentes autonómicos. El jefe del Ejecutivo hizo el anuncio de estos contactos después de recibir el encargo del Rey para formar Gobierno. La comunicación será el martes a primera hora. Y es un cambio con respecto a hace sólo unas semanas, cuando Sánchez se negó reiteradamente a contestar las llamadas de Torra.
Mientras ERC se ha querido apuntar el tanto, Torra ha desdeñado el gesto del candidato del PSOE. Fuentes del entorno del presidente catalán han remarcado que nada se va solucionar con una llamada de Sánchez en una ronda de presidentes autonómicos, ya que el problema no radica en la llamada.
En este sentido, apuntan que lo que debe haber es "respeto institucional" y "bilateralidad" entre Cataluña y el Estado, y un "reconocimiento de los sujetos políticos". También una "propuesta democrática" para dar salida a la autodeterminación y el "fin de la represión". Las mismas fuentes enfatizan que todo el mundo debe estar "a la altura del momento político y encarar el conflicto con valentía y coraje, y no con gestos vacíos y estériles".
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