La Comisión Europea quiere que las ayudas económicas a España sean respaldadas por una amplia mayoría parlamentaria que incluya a la oposición. Alemania y Holanda, entre otros países, exigen a Pedro Sánchez que involucre al Partido Popular como garantía de su compromiso sobre los acuerdos comunitarios del futuro plan Marshall europeo de recuperación por la crisis del coronavirus. Consideran que el Ejecutivo es débil y aspiran a que la negociación sobre el "rescate" (entre subvenciones y préstamos) sea lo más trasversal posible. El Gobierno piensa sortear esa exigencia gracias al nuevo apoyo de Ciudadanos.
Fuentes comunitarias explican que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, quiere que las negociaciones y votaciones parlamentarias en España sobre los planes europeos no se construyan sobre mayorías débiles y fragmentadas. No se trata de un simple deseo, sino que tiene que ver con una petición recibida, según explican fuentes fuentes conocedores de las reuniones en la UE, por los gobiernos alemán y holandés.
"Quieren que en la negociación con el Gobierno haya una participación de la oposición", afirman. Angela Merkel y Mark Rutte consideran que Sánchez puede caer pronto por la crisis del coronavirus y desean un compromiso de largo plazo de toda la política española. Su intención es evitar en el futuro nuevas negociaciones o incumplimientos de los acuerdos.
Clima de desconfianza
Los grupos políticos del Parlamento Europeo son conscientes de la exigencia del equipo de Von der Leyen. “Sobre todo Alemania y Holanda desconfían de Sánchez. Va circulando la idea de que no cumple sus promesas. Por supuesto que no piden una reformulación del gobierno, pero pretenden compromisos transversales y de largo plazo si deben dar el dinero de sus ahorradores”, afirman las fuentes consultadas.
Esa transversalidad será una "condición política" del rescate que necesitará España, aseguran. Por ello, el Ejecutivo comunitario quiere que Sánchez incluya a los populares de Pablo Casado en las negociaciones y votaciones sobre la aceptación de los fondos europeos. En ese esquema entra en juego Ciudadanos, porque Sánchez quiere aprovechar el acercamiento de Inés Arrimadas para demostrar que tiene apoyos transversales y sortear el diálogo con Casado si es necesario.
"Ciudadanos nos ayuda de cara a Bruselas"
“Sin duda Ciudadanos nos ayuda de cara a Bruselas”, confirman en el Ejecutivo. El Gobierno cree que que el partido de Arrimadas puede abrirle las puertas de los liberales europeos (partido que gobierna en Holanda) y otorgar al Ejecutivo un carácter de moderación, apreciado en los círculos comunitarios. A diferencia de la crisis económica de 2008-2012, esta vez no será necesario reformar la Constitución, pero sí ofrecer garantías políticas a los socios comunitarios.
Más allá de la línea de crédito del MEDE (además del BEI y SURE), el grueso de las negociaciones se centrará en el llamado Fondo de Recuperación. Será el plan Marshall pedido por varios Estados, que deberá determinar una línea de subvenciones y préstamos durante una década. Los países más afectados por el coronavirus esperan que se abran créditos de hasta 1,5 billones de euros.
Hasta ahora el Eurogrupo ha movilizado 240.000 millones de créditos del fondo de rescate MEDE. Ese dinero se podrá utilizar únicamente para gastos "sanitarios directos e indirectos". No tendrá la supervisión directa de los hombres de negro, tal y como ocurrió con Grecia hace diez años, aunque la Comisión supervisará todo el proceso.
Los Estados pueden pedir el equivalente al 2% de su PIB. En el caso de España se traducirá en unos 24.000 millones de euros. El interés es casi simbólico del 0,115%. La Comisión trabaja para movilizar otros 200.000 millones. El Presidente del Gobierno ha mantenido el sábado que estas ayudas "no suponen ningún rescate" de España. "Son líneas para dar una respuesta común a una pandemia que afecta al conjunto de la Unión Europea", ha subrayado.
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