El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y sus ministros se encierran este sábado en la finca de Quintos de Mora (Toledo). El encuentro, que adelantó Vozpópuli en exclusiva, es un intento de Sánchez por estrechar lazos y analizar los retos afronta el Gobierno a corto plazo y España, a largo. "Tenemos que poner las luces largas. No se trata sólo del aquí y ahora", dice un alto cargo del Gobierno.
Según ha sabido este diario, Sánchez ha puesto deberes concretos a algunos de sus ministros. Los responsables de Interior y Asuntos Exteriores, Fernando Grande Marlaska y Josep Borrell, han preparado varios informes sobre el estado de la cuestión migratoria. La idea es analizar la problemática no sólo desde el punto de vista nacional, sino sobre todo desde la perspectiva de una solución global a nivel de la Unión Europea, tal y como abordaron Sánchez y la canciller alemana, Angela Merkel, en Doñana.
Otoño caliente en Cataluña
Otro de los asuntos en la agenda es la cohesión territorial. La ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, tiene previsto hablar del otoño caliente que se avecina en Cataluña, con la Diada y el primer aniversario del referéndum del 1-O. Batet también discutirá con sus colegas la puesta en marcha de las comisiones bilaterales Estado-Generalitat y el incipiente diálogo iniciado con las fuerzas separatistas.
El acercamiento del PSOE al soberanismo es de alto riesgo. El juicio a los líderes del proceso separatista está pendiente, Carles Puigdemont tiene libertad de movimientos por la Unión Europea y ha lanzado una opa para ocupar todo el espacio separatista a través de un movimiento político llamado la Crida Nacional, que quiere presentar ahora en octubre. La mitad de Cataluña está además radicalmente en contra del independentismo, y la tensión se deja sentir en la calle con encontronazos de baja intensidad a cuenta de los lazos amarillos.
Pero la escapada a Quintos de Mora no está pensada únicamente como una reunión de agenda. Sánchez -de la mano de su jefe de gabinete Iván Redondo- busca hacer equipo, en el sentido más anglosajón de la actividad. Es la primera vez en la historia democrática que España tiene un gobierno surgido de una moción de censura. Han pasado apenas tres meses y Sánchez ha tenido que apagar demasiados incendios.
La idea de Quintos de Mora es que el Gobierno se reúna sin las apreturas del Consejo de Ministros, y pueda discutir lo inmediato, pero también otras ideas y proyectos a largo plazo. Por eso, los ministros irán a la finca sin su legión de consejeros, asistentes y asesores. O al menos, sin el número tan alto que se ha hecho habitual.
En el mejor de los casos, a Sánchez le quedan menos de dos años de legislatura y hay muchas elecciones entre medias -autonómicas, municipales y europeas en mayo del 2019- como para pensar en agotar su mandato en junio del 2020.
Retos de la agenda 2030
Fuentes del Ejecutivo explican que la idea del Gobierno es hablar de otras cuestiones del futuro de España. Una de ellas es por ejemplo el reto demográfico, con el progresivo envejecimiento de la población, la falta de nacimientos y la despoblación en muchos territorios. También se analizarán posibles medidas de la agenda 2030, que es la nueva agenda internacional que desgrana los objetivos de la comunidad internacional en el periodo 2016-2030 para erradicar la pobreza y favorecer un desarrollo sostenible e igualitario.
Sánchez ha dado una enorme importancia a la agenda 2030, creando un comisionado. Los ejes centrales son planeta, personas, prosperidad, paz y alianzas. Muchos de los objetivos que se persiguen han sido redactados en un proceso de consulta internacional sin precedentes, coordinado por las Naciones Unidas.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación