Política

Sánchez dinamita el PSOE desde La Moncloa: “Vamos a la deriva”

Se dispara el malestar entre cuadros y alcaldes socialistas que intentan lidiar con la pandemia y ven a su presidente alejado del PSOE. En dos meses de coronavirus solo se ha celebrado una ejecutiva federal

Cuadros intermedios del PSOE y alcaldes socialistas están en pie de guerra contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En toda la península esos dirigentes están lidiando como pueden con la pandemia del coronavirus, pero se sienten abandonados por Ferraz y aún más por el Ejecutivo que es de su propio partido. “Vamos a la deriva”, comentan.

La principal queja interna atañe a la gestión. Son reproches que pasan de móvil en móvil, en reuniones internas y que de momento no quieren que trasciendan públicamente, pero la situación está al rojo vivo. “La camarilla de Sánchez se ha fumigado el partido", afirman para referirse al "equipo" de expertos y asesores en comunicación de La Moncloa liderado por Iván Redondo

“Donde un alcalde tiene recursos económicos para hacer cosas, bien; pero donde el ayuntamiento está en ruina, nadie sabe qué hacer. Hay ayuntamientos donde tenemos problemas para pagar las nóminas. Además, en las comunidades del PP dicen que hablemos con el Gobierno, pero en Ferraz nadie contesta y en Moncloa ni hablar”, lamentan.

Más enemigos en el PSOE que en Podemos

La sensación general es de falta de apoyos, pero también de ausencia total de intercambio de información entre Sánchez y el partido. “Sánchez se ha convertido en un zar”, atacan, sin escatimar críticas a dirigentes como José Luis Ábalos, hombre fuerte en Ferraz, por no lograr alejar a Sánchez del grupo de Redondo.

El ministro de Transportes, como desveló este diario, intentó al principio de la pandemia crear en la sede de Ferraz un organismo ad hoc de coordinación para conectar las realidades de gobierno socialistas, desde las locales a la nacional. Pero fracasó. “Ábalos está enfadado, pero no puede hacer nada, porque lo apartarían como han hecho con Carmen Calvo”, zanjan.

La situación es tan paradójica que Sánchez va sumando más enemigos en el PSOE que en Podemos. El líder de los morados, Pablo Iglesias, le promete “lealtad” y su relación con Redondo es buena. De tal manera que Sánchez se concentra en perpetuar su Gobierno, dejando al lado sus compromisos internos con un partido fundado en 1879 y que él representó en el Ayuntamiento de Madrid y en el Congreso de los Diputados.

Iglesias y Redondo.

Crítica a la FEMP

En su crítica, los cuadros intermedios y alcaldes socialistas no salvan tampoco a la Federación Española de Municipios y Provincias, liderada por el PSOE. Según las fuentes consultadas, son sobre todo los representantes de pueblos más pequeños los que se sienten ignorados. Achacan a Abel Caballero, presidente de la FEMP, hablar solo de los municipios más grandes para ocultar los “enormes problemas” de los pequeños y medianos y evitar presiones sobre el Ejecutivo.

La desconexión de la Moncloa con el partido e incluso con los ministros socialistas sube de intensidad. Como ha ido adelantando Vozpópuli, varios ministros del PSOE se han quejado con Sánchez por su respaldo a Podemos, por las ruedas de prensas permanentes y por su ninguneo hacia los ministros en la definición de las políticas contra el coronavirus. Miembros de esas áreas de Gobierno han llegado a afirmar que el equipo de Sánchez se ha bunkerizado y "han perdido el contacto con la realidad". 

La vicepresidenta Carmen Calvo en reunión con Iván Redondo y otros asesores de Sánchez

Solo una reunión de la Ejecutiva federal

En cuanto a la organización interna, la actividad del PSOE a nivel nacional ha sido muy reducida desde que estalló la crisis. Ferraz apenas ha reunido a la permanente de su Comisión Ejecutiva Federal en una ocasión. Fue sin Sánchez, y con Ábalos oficiando de maestro de ceremonias el mismo día en el que el presidente del Gobierno se entrevistó con el líder del PP, Pablo Casado, por videoconferencia.

La comunicación entre la dirección socialista y sus líderes autonómicos ha sido inexistente durante la crisis. Y se ha limitado a las conferencias con los presidentes de los domingos. El mejor ejemplo de esa incomunicación ha sido el plan de desescalada al confinamiento. El presidente del Gobierno de Aragón, el socialista Javier Lambán, reconoció en su Parlamento que trabajaría activamente por cambiar la hoja de ruta que presentó Sánchez en rueda de prensa: “Salvar vidas de los aragoneses está muy por delante de salvar políticamente a Sánchez”, dijo.

El papel de Adriana Lastra

Los socialistas críticos explican que para conocer la posición política de Sánchez hay que mirar a Adriana Lastra, que es la portavoz que tiene acceso a las reuniones estratégicas en La Moncloa. Lastra no ha escatimado en reproches al PP en los debates que se han celebrado en el Congreso. Y ella se ha encargado junto a Podemos de levantar la comisión parlamentaria para los supuestos acuerdos de Reconstrucción.

“Los discursos de Lastra dejan claro por donde va Pedro”, dicen. “Y no es precisamente por la búsqueda de un acuerdo con la oposición”.

A pesar de ello, fuentes socialistas recuerdan que el PSOE es un partido extraordinariamente descentralizado. Y sostienen que a nivel municipal, provincial y autonómico, las diferentes direcciones orgánicas están funcionando.  El PSOE no ha actuado de una forma homogénea durante la emergencia sanitaria. A nivel nacional, los grupos institucionales en el Congreso y el Senado han tratado de defender la respuesta del Gobierno al coronavirus.

Por otro lado, la mayoría de los barones autonómicos socialistas han mantenido una comunicación más fluida con el PP y Ciudadanos que el Gobierno central en reuniones semanales en comunidades como Aragón, Extremadura y Castilla-La Mancha. Y en otros territorios donde el PSOE es oposición, sus portavoces han sido más proactivos en la censura a los gobiernos regionales.

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