Nueva legislatura, pero viejas rencillas. El Congreso ha vivido este miércoles una larga jornada de reproches políticos entre Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez. El líder del PP ha acorralado al presidente del Gobierno por sus pagos a los independentistas antes de la cita que ambos mantendrán este viernes en la Cámara Baja. Feijóo, que ha podido batallar en la primera sesión de control con su némesis en el hemiciclo, ha tirado a la cara del líder del PSOE todas sus concesiones a sus socios secesionistas: la alcaldía de Pamplona a Bildu, la admisión a trámite de una reforma del código penal que busca despenalizar las injurias a la Corona, la creación de comisiones de investigación de supuesto lawfare judicial contra el independentismo, las "muchas" reuniones con el prófugo Carles Puigdemont y, por supuesto, la tramitación de la ley de amnistía a la medida de los encausados del procés pendientes aún de juicio.
Los líderes de los principales partidos se acusan mutuamente de incumplir la Constitución a la vez que se erigen en sus defensores. El PP señala a Sánchez por desmontar la norma fundamental pacto tras pacto y el PSOE apunta a Feijóo por negarse a renovar el Poder Judicial, que lleva cinco años con el mandato caducado. Ambos, además, se erigen en defensores de la Constitución. El propio presidente ha dicho que los españoles pueden confiar en sus compromisos. "Sí de cumplimiento rotundo con la Constitución", ha respondido al Feijóo, quien le había planteado si los ciudadanos pueden estar confiados en su palabra.
Ambos han cerrado durante el pleno el encuentro que mantendrán este viernes en el Congreso. El presidente del Gobierno ha cedido a Feijóo, quien a primera hora le había planteado que la cita fuera en la Cámara Baja en lugar de Moncloa. "Para usted la perra gorda", ha reprochado Sánchez. A lo que Feijóo ha respondido que la “perra gorda” es la que le da Sánchez a Bildu con sus pactos: "¿Tiene usted algún principio?”.
Un pleno por la presidencia europea centrado en el PP
El presidente del PP ha reprochado a Sánchez la entrega de la alcaldía de Pamplona a Bildu y le ha preguntado al respecto qué le parecería que los populares dejaran al partido de Arnaldo Otegi gobernar en Vitoria o en la diputación foral de Guipúzcoa porque ganaron las elecciones y a los independentistas en el Ayuntamiento de Barcelona. En ambas instituciones, el PP votó a favor de un responsable con carné del PSOE. Por eso, el jefe de los populares ha afeado con un tono muy duro el trato que el presidente del Gobierno mantiene con el principal partido de la oposición. “Ya me gustaría a mí, al Partido Popular, que me tratara con la misma educación que a la portavoz de Bildu”, ha espetado Feijóo.
Sánchez ha llegado a las 9.00 al Congreso para comparecer a petición propia para dar cuenta de las últimas citas europeas, así como del "éxito" del semestre de presidencia rotatoria del Consejo de la Unión. Pero lo cierto es que ha centrado su intervención en el PP. Y Feijóo se lo ha echado en cara. El jefe de Génova ha censurado que el presidente se haya pasado más de una hora hablando del líder del PP. “Parece que tiene usted una obsesión”, ha ironizado Feijóo. Acto seguido, el líder de la oposición ha critiado una vez más la diferencia abismal entre los tiempos de intervención de cada uno: Sánchez ha estado dos horas y media hablando y Feijóo solo 15 minutos.
El presidente del Gobierno, que ya dijo este martes que el motivo por el que Feijóo no aceptaba la oferta de reunión era que no aceptaba la realidad del 23-J, ha vuelto a insistir en la misma idea pese a tener en ese momento el 'sí' del líder de la oposición. "En algún momento tendrá que asumir que los resultados electorales no fueron los esperados y no les sonrieron como usted vaticinaba. La vida sigue y no puede pasar 4 años repitiendo que ganó las elecciones y que no gobierna porque no quiere", ha espetado Sánchez.
La despedida de Calviño
Si hay una gran ganadora del semestre europeo es Nadia Calviño. La vicepresidenta económica se ha sentado por última vez en el escaño a la izquierda de Sánchez, quien ha aprovechado para darle las gracias por la gestión de estos cinco años y desearle suerte como próxima responsable del Banco Europeo de Inversiones. "Tu liderazgo ha sido clave en los logros de este Gobierno. Has aportado rigor, brillantez y audacia a la política económica del Ejecutivo. Por ello te vamos a estar eternamente agradecidos", ha dedicado Sánchez a su 'vice' despertando un un largo aplauso de la bancada socialista. Y es que esa es la gran crítica de toda la oposición al semestre español de presidencia: una salida negociada para la ministra socialista a quien Yolanda Díaz no echará en falta.
Tras breves destellos de política europea, la política nacional volvió a asomarse en el hemiciclo. Cabe recordar que Sánchez no estuvo sentado en su escaño cuando se debatió la admisión a trámite de la ley de amnistía. Y, por eso, Feijóo le tenía ganas: "Estamos ante un tiempo de vergüenza nacional, ante un bochorno internacional y ante una indecencia moral. Ningún gobierno europeo integra a la izquierda populista dentro del mismo. Ningún gobierno europeo tiene como socios preferentes a todos los que quieren mutilar y trocear su propio país. Ningún gobierno europeo ha concedido impunidad a los delitos de corrupción, de sedición y de terrorismo a cambio de una investidura. Ningún gobierno europeo cerró su investidura a miles de kilómetros del territorio. Ningún gobierno europeo fiscaliza su acción desde el extranjero, con un prófugo de la justicia y un mediador internacional. Ningún gobierno europeo se apoya en quien lleva asesinos en sus listas y ningún gobierno europeo despenaliza el enaltecimiento del terrorismo". Sánchez solo ha podido esbozar media sonrisa.
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