Política

Pedro Sánchez busca la foto con Mohamed VI con la inmigración y el narcotráfico en la agenda de Rabat

El presidente se beneficia de la cancelación del viaje de José Manuel Albares a Argelia y aspira a conseguir la foto con el rey de Marruecos que no logró hacerse el año pasado

Viaje relevante de Pedro Sánchez a Marruecos con la inmigración y el narcotráfico en el centro de la agenda. El presidente del Gobierno se desplaza este miércoles a Rabat en un viaje relámpago anunciado con menos de 24 horas de antelación. Todo apunta a que Sánchez conseguirá la foto de la reconciliación con el rey Mohamed VI, que busca sin éxito desde hace más de un año.

Fuentes diplomáticas interpretan que Sánchez se ha beneficiado de la cancelación argelina del viaje del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Marruecos quiere tener ahora un gesto con España tras el desaire de Argel para buscar un acercamiento y, por supuesto, réditos económicos. Por eso, Rabat ha montado la entrevista sobre la marcha.

Lo más probable, dicen estas fuentes, es que haya foto Sánchez-Mohamed VI más de dos años después de la crisis de Ceuta. Moncloa ni confirma ni desmiente la cita, en un intento por evitar el fiasco de hace un año. El Gobierno anunció a bombo y platillo que se produciría dicho encuentro durante la Reunión de Alto Nivel (RAN) de febrero del 2023 en Rabat. Pero el monarca alauí plantó al presidente español, y la foto se quedó en una llamada telefónica.

Sánchez busca la foto con Mohamed VI

Más allá de la imagen, que es importante, la agenda del encuentro tiene contenido de sobra. La reconstrucción de las relaciones entre España y Marruecos avanza, pero a paso de tortuga. Y sigue habiendo contenciosos complejos de abordar.

La inmigración irregular es, sin duda, uno de ellos. No es sólo la situación de los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla, que viven una situación de relativa calma desde hace unos meses. La crisis en el aeropuerto de Barajas por una llegada inusual de solicitantes de asilo tuvo su origen en vuelos procedentes de Marruecos en su mayor parte.

Sólo en enero de este año, según fuentes del Ministerio del Interior, se tramitaron casi 1.000 solicitudes, que equivalen a las gestionadas durante los seis primeros meses del 2023. La situación de hacinamiento que se produjo en Barajas recuerdan que cuando Marruecos quiere, sea por mar o aire, puede poner en problemas a España. "La inmigración es, sin duda, la problemática número uno entre los dos países", explican estas fuentes.

Narcotráfico en el estrecho

Una derivada de la inmigración es la lucha contra el narcotráfico en el estrecho. Y es una derivada, porque los narcos usan a estas personas para pasar sus alijos de hachís, que proceden en su mayoría de este país.

La muerte de dos agentes de la Guardia Civil embestidos por una lancha del narco en Barbate ha generado una ola de indignación en Andalucía, que el Gobierno trató de contener. Y seguro que es uno de los temas que se aborden en Rabat.

Sánchez viajará a Rabat acompañado por el ministro Albares. Además de la inmigración y la lucha contra el narco, varios acuerdos de la RAN del año pasado siguen pendientes de ejecutarse. El más importante es la reapertura de las aduanas de Ceuta y Melilla. La de Ceuta fue cerrada de forma unilateral por Rabat en agosto del 2018. Rabat ha mostrado su voluntad de cumplir con este compromiso, pero argumenta "problemas técnicos" para proceder a la reapertura.

Otra de los puntos quizá menos noticioso pero de gran relevancia es el Mundial de fútbol del 2030, que coorganizan Marruecos, España y Portugal. Rabat y Madrid pugnan públicamente por la albergar la final. Nuestro país propone el nuevo Santiago Bernabéu; Marruecos no cede y quiere llevar el evento a Casablanca.

El Gobierno ha reemplazado recientemente al embajador de España en Marruecos. El diplomático Enrique Ojeda, muy próximo al PSOE y que hasta ahora dirigía Casa de América, ha sustituido a Ricardo Díez-Hochleitner.

El pulso entre Argelia y Marruecos

Una de las aristas que deja este viaje sorpresa es Argelia. El Gobierno argelino canceló un viaje de Albares a Argel hace diez días. Y no parece que regresar a Marruecos sea la forma ideal de resolver el otro gran conflicto diplomático que tiene el Gobierno en la región.

El restablecimiento de relaciones entre Madrid y Rabat comenzó con el reconocimiento que Sánchez hizo del plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara. Una decisión que tomó sin encomendarse a nadie y que rompió con más de 40 años de apoyo sin fisuras al referéndum de autodeterminación en la colonia española.

Este giro desató la ira de Argelia, que suspendió tratos y relaciones con España. Esos acuerdos se han ido recuperando. Y el embajador argelino regresó a Madrid a finales del año pasado. Pero los pasos para ir solucionando este otro frente en el Norte de África sufrieron un severo traspié con la suspensión de la visita de Albares para la que Exteriores no tiene todavía nueva fecha.

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