Una de las sorpresas que tenía preparado Pedro Sánchez para su nuevo Gobierno ha sido Arancha González Laya, una experta en comercio internacional que ha labrado su carrera profesional en puestos de alta responsabilidad en la UE y la ONU, pero que en ningún caso aparecía en la lista de ministrables para un departamento tan exigente como es Asuntos Exteriores.
La diplomacia económica ha sido una de las obsesiones de Sánchez como economista y ahora no hace sino aplicar en Exteriores los ejes de su polémica tesis doctoral 'Innovaciones de la diplomacia económica española' de 2012, que luego transformó en un libro con un nombre mucho más directo: 'La nueva diplomacia económica española'.
En dicha tesis, Sánchez enumera las siete áreas en las que tiene que trabajar la diplomacia económica y de la que tendrá que tomar buena nota la nueva jefa de la diplomacia española: la promoción del comercio, el turismo, la inversión; las finanzas; la captación de tecnología y conocimiento; la energía y la sostenibilidad global; la cooperación al desarrollo; la seguridad económica y las Estrategias de Marca País.
"Fragmentación" en el Gobierno
Tras ello, lamenta la "fragmentación" que se ha dado dentro del Gobierno central a la hora de abordar la diplomacia económica y lanza una queja concreta a Exteriores por "no monopolizar las relaciones internacionales y, en consecuencias, tampoco la diplomacia española", al haber otros departamentos -habla de Industria, Comercio Exterior, Infraestructuras, Medio Ambiente, Agricultura y Pesca- que también definen las relaciones económicas de España con sus actuaciones.
"El reto que tiene el departamento de Exteriores de cualquier Gobierno es trabajar, también, en garantizar la coherencia en la acción internacional del resto de Ministerios respecto de los objetivos prefijados en materia de política exterior", subraya Sánchez en su tesis, en lo que puede ser uno de los mandatos que le ha dado a González Laya.
El presidente del Gobierno también hace hincapié en que a pesar de nombramientos relevantes en términos políticos, como el de Rodrigo Rato como director gerente del Fondo Monetario Internacional, o Joaquín Almunia como vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de la importante cartera de Competencia, "la representación de altos funcionarios en organismos internacionales, en especial de naturaleza económica, continua siendo una asignatura pendiente de la diplomacia española".
Una situación que persiste en la actualidad y en la que la nueva ministra de Exteriores podría ahora lograr algún éxito gracias a sus contactos y el conocimiento que tiene de los organismos internacionales. En paralelo, Sánchez señala en su tesis que es urgente "aumentar la presencia de diplomáticos y el resto de funcionarios españoles destacados ante organismos internacionales, en los que España está infrarrepresentada".
En el apartado de conclusiones, el entonces aspirante a doctor hizo hincapié en que el principal reto que tenía la diplomacia española, también la económica, era una acción exterior "coherente y concertada entre todos los actores, públicos y privados, con dimensión internacional".
"Resulta en consecuencia necesario concebir una diplomacia económica con márgenes más amplios, que ensanche su horizonte de actuación hacia terrenos como la gobernanza económica global, la seguridad económica, la energía y la sostenibilidad global. Un campo fecundo, aún poco explorado en España, para la acción política y la investigación académica de la diplomacia económica", concluyó Sánchez.
Industria se aferra a Comercio
La elección de González Laya implica convertir Exteriores en un departamento con "vocación económica", según explicaron fuentes gubernamentales el día del anuncio, y ahora queda por ver si se van a transferir competencias de otros ministerios al que va a dirigir González Laya.
En Industria descartan "al 99%", según fuentes del departamento de Reyes Maroto consultadas por Vozpópuli, que el ICEX (el antiguo Instituto Español de Comercio Exterior que desde 2012 se llama España Exportación e Inversiones) o la propia Secretaría de Estado de Comercio pasen a depender de Exteriores.
"González Laya es una ministra de Comercio que tendrá que hacer política exterior. Sánchez perdería toda credibilidad si no se lleva Comercio a Exteriores", avisa un exalto cargo de Exteriores a este medio antes de subrayar que unir ambas áreas, si llega el caso, será "duro de gestionar". Otros diplomáticos también ven resultados "difíciles" para González Laya en un mundo que va contra el libre comercio por culpa de Donald Trump.
La propia Organización Mundial del Comercio (OMC) vive la peor crisis de sus 25 años de historia después de que EEUU haya impedido renovar a dos jueces del tribunal de resolución de disputas, lo que ha dejado a este organismo internacional inoperativo desde el pasado mes de diciembre.
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